Se trata de Joaquín Lezcano, de 23 años, herido en la madrugada del domingo en la zona del club Excursionistas.

Joaquín Lezcano fue apuñalado el domingo cerca de las 6.30 en la zona del club Excursionista y luego de haber salido de un boliche cercano para disponerse a volver a su casa.

Según contó su padre Carlos, el puntazo en el pecho lo habría recibido tras discutir con un trapito.

El joven de 23 años fue trasladado al Hospital Cullen donde fue operado en dos oportunidades, estabilizado, e internado en la terapia intensiva y según informó el doctor Hernán Malatini, vicedirector del efector, el paciente sigue teniendo riesgo de muerte, producto de la lesión que presenta ya que le perforaron un ventrículo.

“Se encuentra en asistencia respiratoria mecánica y presente una leve respuesta y mejoría desde el ingreso a la fecha, pero sigue siendo un paciente que corre riesgo de muerte, mortalidad y movilidad importante. No está fuera de peligro, pero sí estabilizado“, dijo el profesional.

Por el momento permanecerá en la terapia y será evaluado de manera diaria.

¿Qué pasó?

“Lo que me llegó a mí es que entró al lugar que funciona de estacionamiento, le pidieron plata y les dijo después te doy. Cuando salió del boliche y se dirigió al auto, un trapito vino y sin mediar palabra lo apuñaló. Pero hasta que él no se despierte y lo confirme es solo lo que dicen que ocurrió”, contó el padre de la víctima.

Además manifestó: “No podemos creer lo que estamos viviendo como familia. Sabemos que junto a él cuando salió había una chica que fue quien lo traslado y actuó rápido y permitió que Joaquín esté con nosotros”.

El estacionamiento y los trapitos

Su hermano Nicolás también habló con los medios y manifestó que “situaciones de violencia con los trapitos son moneda corriente en la zona de los boliches”.

“Cuando llegás vos tenés dos alternativas para estacionar el auto. El estacionamiento de los locales bailables, que tienen una tarifa, o sino una zona a la vera de la 168 controlada por cuidacoches, donde a muchos le han rayado autos o se encontraron con algún acto de vandalismo contra el auto por no querer pagarles”.

Por otro lado y cuando se le preguntó por la seguridad manifestó: “No hay policías en la zona controlando lo que pasa a pesar de que los episodios se conocen y tampoco sistema de emergencias. La chica que asistió a mi hermano fue manejando hasta Bulevar para recibir la asistencia del 107, mientras una operadora del 911 la iba guiando al teléfono”.

Con información de Uno Santa Fe

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