El reconocido asesor político  Carlos Fara analizó en Santa Fe la gestión de Milei y los desafíos planteados a corto y mediano plazo. La proyección nacional de Pullaro.

Por Matías Albani/ UNO Santa Fe

Con un escenario político agitado en torno a la no firma del Pacto de Mayo y la incertidumbre que rodea la aprobación o no de la ley Bases en el Senado, el gobierno de Javier Milei cumple casi 6 meses de gestión que fueron analizados por dos consultores políticos que llegaron a Santa Fe.

Uno de ellos fue Carlos Fara, presidente de la consultora Fara-Veggetti con más de 37 años de experiencia en el trabajo de la consultoría política y actual presidente de la International Association of Political Consultants (Iapc). El otro profesional se trató de Maximiliano Aguiar, actual presidente de la Asociación Argentina de Consultores Políticos (Asacop). El encuentro, bajo el formato Beers&Politics, tuvo el disparador “La Mileineta: pactos, rupturas, estabilidad. ¿Cómo es la cocina política de estos tiempos?”.

Ambos analistas coincidieron en brindar un escenario político complejo en el corto plazo teniendo en cuenta los por qué de la llegada de Javier Milei al poder expuestos sobre la mesa, además de analizar el fortalecimiento del federalismo con figuras como Maximiliano Pullaro, evaluado como “una alternativa que tiene más de una ventaja” de cara a un rol preponderante en el contexto nacional de aquí a 2027.

– ¿Cuál es el análisis a casi 6 meses de gestión de Javier Milei?

Carlos Fara: Se veía que iba a ser un proceso difícil porque es el Gobierno más débil de los últimos 40 años y el sistema político está más fracturado que nunca. Después de la llegada de Perón al poder, Milei es el primer outsider. Luego hubo gente que llegó desde el propio sistema político. El sistema político argentino venía avisando hace unos 30 años de que hacía falta un tercer jugador. Primero fue el Frepaso, luego la Alianza, luego tuvimos la fragmentación del 2003, después se agregó la Coalición Cívica y finalmente apareció el PRO que obligó a armar otra coalición no peronista. Antes de esto, Massa obtuvo el 21% en 2015, que es el candidato que queda en tercer lugar más votado en la historia argentina, por lo que hacía falta un tercero. La triple frustración del gobierno de Cristina Kirchner, Macri y Alberto Fernández termina de producir que una parte de la sociedad no mayoritaria pierda el miedo y se anime a la posibilidad de que llegue uno que no tiene experiencia ni política ni de gestión. La sociedad venía avisando esto.

Los consultores políticos Maximiliano Aguiar y Carlos Fara.

Los consultores políticos Maximiliano Aguiar y Carlos Fara.

– Hasta el momento y pese a las políticas de ajuste que implementó el Gobierno hay respaldo de la gente ¿Cómo se explica esto desde la ciencia política?

C.F: Vivimos en una sociedad fuertemente polarizada. El movimiento de polarización que se gestaba en Cristina Fernández de Kirchner se ha movido hacia Javier Milei en una sociedad que va generando novedades políticas permanentemente que hace difícil predecir el futuro, aún el más cercano. No es un Gobierno que carezca de ambiciones y simplemente piense en sobrevivir, sino que intenta arremeter ocupando el centro de la agenda pública y lo está logrando.

– ¿Qué impacto tiene en la sociedad la firma o no del Pacto de Mayo? ¿Solo tiene importancia para el espectro político?

C.F.: El Pacto de Mayo es simbólico, son diez principios exclamativos. Es un espacio de discusión política que intenta poner un punto de llegada para apurar la aprobación de ciertas leyes. No me parece que tenga una relevancia importante en los términos de qué pasa si firman o no firman los gobernadores. Los problemas empiezan después de esa aprobación.

Si no se aprueba la ley Bases y el paquete fiscal todo el mundo puede sacarse una foto y firmar cualquier papel, total no importa nada. El problema es que cuando se eleva el volumen sobre un hito nadie sabe si puede garantizar el cumplimiento, entonces lo más probable es que las expectativas que se generen sean muy altas para una cosa que no es imprescindible. Son cuestiones de muy largo plazo, que requieren de mucha sustentabilidad política de todos los sectores.

Pullaro tiene más de una ventaja, la primera es que no tiene reelección por lo que si o si tiene que pensar eventualmente en su futuro político en los próximos cuatro años.

Compartir

– Se ve a las claras una falta de política hacia las provincias de parte del Gobierno y en muchos casos falta de conocimiento sobre qué puerta golpear ante funcionarios nacionales ¿Cuál es su visión de esto?

C.F.: Hay dos cosas. La primera es que no creo que no haya políticas hacia las provincias sino que el presidente piensa que “los tengo agarrados”, de manera que si es así me van a aprobar lo que yo necesito. Esto cuando se cayó la primera ley ómnibus demostró que la ingeniería política no era esa, que había que bajar las expectativas, ser muchísimo más acotados en las aspiraciones de lo que se iba a votar y que a partir de eso se podía empezar a generar consensos más amplios. En Diputados ya pasó y es probable que en el Senado también suceda. El punto es que el Gobierno conceptualmente está parado entre la opinión pública y la casta. Como la opinión pública está de mi lado entonces la casta va a ser castigada por esto. Primero, el tema de la casta es algo totalmente complejo. Segundo, la opinión pública no está todo el tiempo a favor, puede estar hoy y no puede estar mañana, con lo cual es un punto de debilidad y cuestionable. Por último, no importa lo que piense Milei, la fragmentación política y tener dos ligas de gobernadores bastante equilibradas hizo que el federalismo vuelva a resurgir sobre la mesa.

– ¿Cómo se lee la foto de Pullaro con Kicillof y el apoyo con el que se ha mostrado por ejemplo con Ignacio Torres de Chubut? ¿Qué se puede estar construyendo en ese aspecto?

C.F.: Todo el mundo habla con todo el mundo para mostrar que puede estar en un juego amplio y propio más allá de las pertenencias ideológicas. En donde vemos que alguien dice “te mando patrulleros porque es importante que a vos te vaya bien ya que sino el problema lo puedo tener yo”, eso no es algo común y está pasando a nivel de los gobernadores. Como los cuatro años de Milei van a ser una incertidumbre en general, en donde nadie puede asegurar nada, todo el mundo va a hablar con todo el mundo y no vaya a ser que surja una ingeniería que hoy no nos imaginamos y que pueda ser productiva.

– Teniendo en cuenta la falta de políticas hacia las provincias, la figura de Pullaro que se muestra algo contestatario con Milei pero a la vez comparte ciertas ideas y políticas como por ejemplo en seguridad, además de las fotos que hablan por si solas en la política ¿Puede emerger la figura de Pullaro como una oposición natural en caso de que el Gobierno pierda apoyo social?

C.F.: Es una alternativa. Pullaro tiene más de una ventaja, la primera es que no tiene reelección por lo que si o si tiene que pensar eventualmente en su futuro político en los próximos cuatro años. La segunda ventaja es que a diferencia de Kicillof, Pullaro no tiene a quien responderle ni a nadie tiene que saludar. A diferencia de Llaryora, este tiene que estar preocupado por como se consolida el cordobesismo y después eventualmente salir, Pullaro a ese problema no lo tiene. La otra cuestión es que si este extremo de Milei sale mal, una alternativa moderada puede tener una oportunidad y en ese escenario uno puede pensar que Pullaro tiene una oportunidad.

Comenta sobre esta publicación