FM Chalet dialogó con el Lic. Pablo Tigani Director de Fundación Esperanza. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política. sobre su articulo de Pag.12 donde describe puntualmente quienes son los gurues que integran el equipo económico de Javier Milei, cada uno con un pasado ligado a Rodrigazo, Tablita Cambiaria, Plan Primavera, Plan Bonex, Convertivilidad, Corralito y Corrralón. Básicamente nada pero nada nuevo una verdadera Casta Financiera.

El triunfo electoral de Javier Milei es el capítulo más reciente de un proceso histórico de valoración social en favor de este peculiar perfil de economistas “expertos” o “gurús”, supuestamente portadores del expertise necesario para salir de las crisis. Amantes de las reformas estructurales neoliberales, han tenido diversas gestiones en el país, la región y el mundo. Ahora Milei viene recargado por otros tecnócratas de la misma estirpe: Luis Caputo y Federico Sturzenegger.

Los economistas han sido los verdaderos artífices y portadores de la ideología dominante de cada crisis argentina: “Rodrigazo”, “Tablita Cambiaria”, “Plan Austral”, “Plan Primavera”, “Plan Bonex“, “Convertibilidad” y “Corralito”. En cada uno de esos períodos se verificó un aumento geométrico de la pobreza y del desempleo, con enormes pérdidas de ingreso y transferencias desde los más pobres a los más ricos.

En la comunidad de expertos, hoy existe el mismo consenso extendido, hegemónico e inamovible de siempre sobre las políticas económicas que tiene que adoptar la Argentina. Para entender mejor lo que ocurrió desde Rodrigazo de 1975 en adelante, es necesario profundizar el conocimiento de esta red de personalidades influyentes.

La dominancia financiera sobre la política tuvo mucho que ver con los macroeconomistas neocuantitativistas. En nuestro país, las consecuencias de su paso han sido espantosas, aunque tampoco se trató de un fenómeno circunscrito a la Argentina. Cuando se observa la década de los años noventa, caracterizada por el Consenso de Washington y las reformas estructurales en varios países del mundo, fue el período de los políticos tecnócratas. O “technopols”, como los denominó Jorge Domínguez (1997).

Desde 1981, cuando estaba en el Ministerio del Interior dirigido por el Gral. Horacio Tomas Liendo, el technopol argentino clave fue Domingo Cavallo. Doctorado en la Universidad de Harvard, fue fundamental en esta comunidad de expertos, o como se denominará en este artículo, de la “élite tecnocrática”, siguiendo al clásico de Robert Putnam (1977).

Tecnocracia

Los tecnócratas creen que la técnica y la planificación racional deben reemplazar a la política de las negociaciones, los apoyos y las concesiones. Entienden que el progreso se consigue mediante la despolitización y desconfían de las ideologías progresistas o las metodologías del populismo.

Descreen de las lógicas de la política partidaria y sus actores, lo que últimamente Javier Milei ha asemejado a “la casta”. El término “la casta”, que Pablo Iglesias y “Podemos” utilizaron en 2014, tampoco era propio. Lo utilizaron antes Benito Pérez Galdós y Ramón Pérez Ayala. En 1934, lo usó Manuel Azaña, quien fue presidente de la República y fundó el partido Izquierda Republicana.

Diversos trabajos han investigado las modalidades de la tecnocracia en la política latinoamericana. El caso argentino (2001) mostró los límites de los políticos tecnócratas o technopols encarnados básicamente en Sturzenegger, López Murphy y Cavallo.

La ausencia de una base de sustentación política para las decisiones económicas debilitó aún más a un gobierno ya débil como el de De la Rúa y condujo al presidente al colapso. Paradójicamente, la solución a la crisis 2001 no vino de la tecnocracia sino de la reconstitución de la política y sus instituciones.

Siguiendo con la enunciación de élite tecnocrática esbozada en los párrafos anteriores, se puede caracterizar al político tecnócrata a partir de algunos casos paradigmáticos en otros países. Domingo Felipe Cavallo fue, en nuestro país, el representante de la estirpe de tecnócratas especializados en reformas estructurales en los “mercados emergentes”. Cavallo forma parte de un listado de trece personalidades seleccionadas para describir el perfil del technopol o político tecnócrata.

Todos ellos se hicieron conocidos como economistas, y salvo dos, contaban con doctorados en prestigiosas escuelas de economía. Todos construyeron sus carreras de gobierno a partir de haber ejercido importantes cargos de función pública en áreas económicas.

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