Dos ediles ingresaron un proyecto para establecer un protocolo de acción que busca prevenir y erradicar la violencia de género en el ámbito de trabajo, la discriminación por identidad de género, religión, discapacidad, etc., dentro del Concejo. Y están elaborando otra iniciativa similar que abarca toda la Municipalidad.

l año pasado, el Concejo local sancionó varias ordenanzas que apuntaron a reconocer la igualdad y frenar la violencia de género, uno de los grandes males de esta época. Así, se aprobó la paridad entre de género en la conformación de listas para las próximas elecciones; se garantizó la paridad para cuando se trate la ordenanza que declara la autonomía municipal para la ciudad; hasta se habilitó que en los casos en que que una mujer o cualquier persona —independientemente del género— sea acosada sexual, física, verbal o moralmente en la vía pública, podrá acercarse al Área de la Mujer y Diversidad Sexual municipal, y desde allí recibir asesoramiento jurídico para efectuar una denuncia ante el MPA.

 

Ahora, dos ediles frentistas ingresaron recientemente tres proyectos (dos de ordenanza, uno de decreto) que van en la misma línea: los dos primeros solicitan al Ejecutivo que coloque carteles o letreros que contengan acciones y medidas a realizar ante situaciones de acoso o violencia de género dentro de todas las unidades de colectivos y en todas las paradas del ese sistema de transporte público, Metrofe y aquellas que posean escaparates, con todos los números telefónicos de asistencia a la víctima.

 

Pero el segundo (proyecto de decreto) es el puntapié de algo que va más allá: lograr consensos para aprobar un protocolo de actuación ante casos de violencia de género y laboral en el ámbito del propio Concejo municipal. “Además, estamos trabajando en la elaboración de un protocolo sobre esta problemática que abarque a todas las dependencias municipales, sus organismos descentralizados y oficinas de distrito”, le explicó a El Litoral la edila Laura Mondino (FPCyS). Ella y su compañero de bloque, Sergio Basile, impulsan la iniciativa.

 

Qué dice el decreto

 

El decreto ingresado hace unos días al Deliberativo local (que deberá trabajarse en comisiones para luego llegar al recinto) plantea como objeto “prevenir y erradicar la violencia en el ámbito laboral, la discriminación por identidad de género, orientación sexual, clase social, etnia, nacionalidad, religión, discapacidad, razones políticas o sindicales o de cualquier otro tipo en el ámbito del Concejo”.

 

Para logra esto, “se realizarán acciones de concientización, difusión y capacitación con el fin de prevenir la violencia y garantizar la igualdad, el respeto y equidad en el ámbito laboral” del Legislativo local. El alcance sería “para todo tipo de empleo en el ámbito del Concejo —personal que presta servicios de carácter permanente, transitorio o dentro de cualquier otra figura—, incluyendo al personal de carácter político: desde los cargos de jerarquía hasta los de menor rango.

 

El protocolo se aplicaría en casos de agresión física; acoso sexual, moral o psicológico; hechos de connotación sexista (violencia simbólica). Se garantizará “dar asistencia, gratuita, reserva de identidad, y habrá protección a denunciantes y testigos, a la vez que se deberá asegurar el derecho a la no re-victimización”. En casos especiales habría asesoramiento por integrantes del Colegio de Abogados, psicólogos y trabajadores sociales, dice el decreto ingresado.

 

“Lo que intentamos con este decreto es insistir en la sensibilización y capacitación para todo el personal de Concejo, y así abordar la violencia de género y laboral. Así, que los propios empleados pueda determinar y detectar cuáles son las situaciones de acoso y qué tipos de violencias en el trabajo se pueden producir, y luego trabajar con el área de la Mujer y de Diversidad Sexual del Municipio el abordaje correspondiente. Es decir, que ellos sepan cómo actuar y para luego resolver cada problema”, declaró Mondino.

 

Lo que viene: el Municipio

 

La edila aclaró que esto se inscribe en un decreto del gobernador Miguel Lifschitz (firmado a principios de año), que es el protocolo de actuación sobre violencia de género en el ámbito laboral para la administración pública provincial. Y adelantó que se está trabajando —junto a su colega, Sergio Basile— en un protocolo de esta naturaleza para toda la Municipalidad (Poder Ejecutivo y sus secretarías, entes descentralizados y oficinas de distrito, entre otras dependencias). Este proyecto seguramente será concluido e ingresado al Concejo en las próximas semanas, adelantó Mondino.

 

La mirada, la foto no consentida, el “toque” en los colectivos

 

Con dos proyectos de ordenanza, Basile y Mondino requirieron al Ejecutivo que coloque carteles o letreros “perfectamente visibles” que contengan las líneas telefónicas de ayuda a personas víctimas de acoso: línea gratuita 144, 911, Comisaría de la Mujer (4619923), Centros Territoriales de Denuncias (4815578/4559785), Área de Género y Diversidad Sexual (4571525 / 4571666) Centro de Orientación a la Víctima de Violencia Familiar y Sexual (4619923) y Atención Ciudadana (0800-777-5000) de la Municipalidad”.

 

La cartelería se aplicaría en cada parada de colectivos y —también—de todas las unidades. Además, en cada letrero se deberán describir las conductas de acoso o violencia de género para que se detecte con facilidad tales situaciones.

 

Laura Mondino recordó un mapa interactivo —elaborado por una ONG local— donde se muestran cientos de casos de acosos callejeros denunciados por los propios usuarios en toda la ciudad. En ese mapa, aparecía una gran cantidad de situaciones de acoso sexual en colectivos y en la vía pública contra mujeres: desde persecuciones hasta exhibicionismo genital, e incluso masturbaciones en público de hombres hacia mujeres.

 

“La cartelería creemos que es clave para dar información. Que las mujeres sepan detectar qué situaciones de acoso pueden estar sufriendo, que las puedan advertir y denunciar a tiempo, pedir ayuda y asesoramiento”, insistió la concejala. “Las mujeres tenemos naturalizadas estas situaciones de acoso, porque las hemos padecido durante nuestras vidas. Por eso, la información es clave”, subrayó.

 

En los colectivos, son mucho más frecuentes estas situaciones de acoso de lo que se cree. “Tenemos conocimiento de situaciones que se dan: alguien le saca una foto a una mujer sin su consentimiento, y le dice algo violento y desagradable contra su sexualidad, o la toca; incluso las miradas fijas de alguien, y que al bajar una mujer es perseguida por esa persona”.

 

La mayoría de los casos se dan sobre todo en la franja etaria de mujeres adolescentes y jóvenes que viajan en colectivos. “Son hechos graves y muy preocupantes, generan miedo e inseguridad. Con estas iniciativas se trata de desnaturalizar el problema, que tiene estrecha relación con una concepción machista”, concluyó Mondino.

Fuente: El Litoral

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