La futura legisladora atribuyó su falta de lectura a la intensa actividad posterior a su elección y calificó la normativa como “tediosa”, comprometiéndose a leerla “este fin de semana”.

A poco más de un mes de su juramento como diputada nacional, Karen Reichardt, electa por La Libertad Avanza (LLA), admitió públicamente que aún no ha revisado el reglamento interno de la Cámara de Diputados. La futura legisladora atribuyó su falta de lectura a la intensa actividad posterior a su elección y calificó la normativa como «tediosa», comprometiéndose a leerla «este fin de semana».

La declaración, que generó sorpresa en el ámbito político, sugiere una aproximación informal al inicio de la actividad parlamentaria, vital para la labor legislativa que la banca de LLA deberá desempeñar a partir de diciembre. Reichardt intentó justificar la omisión en declaraciones radiales, preguntando: «¿Vos sabés lo que fue desde que firmé hasta acá?”.

La ironía implícita no pasó desapercibida: mientras el líder de su espacio, el presidente electo Javier Milei, exige reformas radicales y una profunda comprensión de los mecanismos del Estado, uno de sus futuros cuadros en el Congreso posterga el conocimiento de las reglas básicas del juego democrático por considerarlas aburridas.

La teoría del «chip cultural» y los votantes

Esta no es la primera vez que Reichardt genera controversia con sus declaraciones. A fines de octubre, la diputada electa ya había protagonizado un exabrupto al referirse a los votantes del peronismo.

Reichardt había utilizado el término «enfermedad mental» para describir la persistencia del voto a ese sector, aunque luego intentó matizar sus dichos aludiendo a un «chip cultural» de los electores.

“Dije ‘enfermedad mental’ por el chip cultural. Pero en serio: si no tenés cloacas, la calle es de los delincuentes, ni hablar de la educación, y cuando vayas a votar fíjate si el aula tiene picaportes, ¿vas a seguir votando lo mismo?”, se preguntó en aquella oportunidad.

Con esta retórica, la futura diputada de LLA simplifica la complejidad del voto y de la realidad socioeconómica, culpabilizando al votante por la supuesta «irracionalidad» de sus decisiones, un argumento recurrente en ciertos sectores del espacio libertario.

Las declaraciones de Reichardt, sumadas a su confesión sobre el reglamento, ponen en evidencia los desafíos que enfrentará el bloque de La Libertad Avanza para instalar una agenda legislativa seria y rigurosa en el Congreso.

Fuente: Tiempo Argentino

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