El Juez Torres determinó la prisión preventiva para el acusado, identificado como G. A. Los cuatro hermanos de la pequeña y su madre también sufrían abusos, maltratos y violencia. Desde explotación laboral hasta golpes con palos y cadenas.

El hombre identificado como G. A, (42) acusado de violar a su hija de 12 años y dejarla embarazada permanecerá en prisión. Así lo determinó el Juez Martín Torres en la audiencia de medida cautelares celebrada este viernes en tribunales

Se trata del caso que cobró notoriedad pública  por la desaparición de la pequeña junto a su madre luego de haber concurrido a un efector público y manifestar la decisión de interrumpir el embarazo.

La investigación del abuso quedó a cargo de la unidad de Violencia de Género del MPA a cargo de Alejandra Del Río Ayala, quien había solicitado que el hombre continúe detenido.

Durante la audiencia se revelaron detalles de los abusos, maltratos y violencia que ejercía el acusado no solo sobre ella, sino también contra sus cuatro hermanos y madre.

Del Río Ayala señaló que el acusado no permitía que ningún integrante de la familia saliera del campo y que existió “violencia psicológica, física, sexual, simbólica y económica”.

A los otros hijos (todos varones) los obligaba a trabajar en el campo desde pequeños, lo que permitiría pensar en una explotación laboral infantil. Además, el hombre los sometía a golpes con palos y cadenas.

La comuna de Garibaldi tomó intervención en el caso en 2021 a partir de que los hijos dejaron de ir a la escuela. La fiscal relató que la mujer pudo escapar de esa situación de violencia extrema y refugiarse en una casa de amparo en una ciudad cercana al campo.

Luego, y con ayuda de la Comuna de Garibaldi, se pudo mudar a una casa.

Es en esa nueva convivencia cuando la madre de la nena de 12 años comienza a observar cambios en su hija y decide llevarla a un centro de salud. Primero sospechan de problemas en el riñón hasta que deciden optar por un test de embarazo que finalmente da positivo.

 

“La madre se sorprende mucho porque la niña no salía, casi ni iba a la escuela y en la casa de amparo tampoco tenía contacto con otra gente”, relató la fiscal.

Es en el mismo centro de salud, donde se le realizó el test, es cuando le pequeña habría confesado: “Fue papi”.

En la audiencia trascendió que la pequeña contó que cuando la mamá se iba con los hermanos para buscar comida para los chanchos o leña, ella quedaba sola con el padre, momento en los cuales se habrían producido los abusos.

Luego comenzaron las intervenciones de distintas áreas del Estado para realizar la Interrupción Legal del Embarazo, una solicitud que había solicitada por ambas. También señalaron que los profesionales del Iturraspe descubrieron en la pequeña de 12 años la existencia de “un abuso sexual crónico”.

“Lo único que manifiesta es el deseo de poder volver a jugar en la pileta con sus amigas, actividad que descubrió hace poco tiempo cuando pudo salir de la violencia de su papá”, relató la Fiscal del Río Ayala.

Para la funcionaria judicial existió “una situación de violencia de género que es histórica y extrema”.

Finalizada la audiencia y en declaraciones con los medios, Del Río Ayala ratificó la existencia de “muchos” antecedentes de violencia intrafamiliar, los cuales “fueron objeto de las argumentaciones en audiencia y parte de lo que el juez utilizó para dictar la prisión preventiva”

El hombre fue imputado por abuso sexual con acceso carnal calificado por el vínculo, la guarda y convivencia, delito que tiene una pena que va de ocho a 20 años de prisión.

Fuente: UNO Santa Fe

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