Habrá asambleas de cuatro horas el jueves 9 de octubre en vísperas del fin de semana largo y el jueves 23 del mismo mes, a horas de las elecciones nacionales.
La Asociación de Pilotos de Lineas Aéreas (APLA) dio inicio a un plan de acción escalonado que inicia en los próximos días. La organización liderada por Pablo Biró busca destrabar la paritaria salarial y detener la ofensiva oficial contra las condiciones laborales del gremio que representa que se extienden, además, a los otros sindicatos aeronáuticos.
Las medidas afectarán las operaciones en fechas clave para el turismo que podrían impactar negativamente sobre la imagen del gobierno. Es que, en un primer momento, las acciones consistirán en asambleas con cese de tareas el jueves 9 de octubre de 16 a 20 horas, en vísperas del fin de semana largo que mayor flujo de turismo interno y regional acumula en cada año y el viernes 24 del mismo mes en el horario de 6 a 10 horas.
Se trata, según el propio sindicato, del comienzo de “medidas de acción directa” aunque, claro, al tratarse de asambleas deliberativas difícilmente puedan ser impedidas por una conciliación obligatoria. La decisión, sin embargo, obligará a la cancelación y demora de numerosos vuelos tanto en el Aeroparque Jorge Newbery como así también en el Aeropuerto Internacional ministro Pistarini de la localidad de Ezeiza.

A la hora de justificar la decisión, el sindicato indica una “demora intencionada por parte de Aerolíneas Argentinas en las negociaciones paritarias” en el marco de un “retraso salarial”. Es por eso que, el sindicato asegura que la política de la línea de bandera gestionada por la actual administración lleva adelante una “provocación” contra los trabajadores. De esa forma, adelantan que responsabilizarán a la compañía y al gobierno por “cualquier inconveniente que pueda surgir en la operación”.
La medida se centra en el atraso salarial pero también busca repudiar la política de desregulación que promueve el gobierno y que, aseguran desde todos los sindicatos, compromete la seguridad aérea y la soberanía nacional.
Por eso, denuncian los “reiterados y sistemáticos incumplimientos del convenio colectivo de trabajo” y el “proceso desregulatorio al que está siendo sometida la actividad aérea” que puntualizan “impacta de lleno en el trabajo cotidiano de los pilotos”.
El gobierno, según explicó Pablo Biró en una entrevista reciente a Tiempo Argentino, busca flexibilizar la carga horaria de vuelo y de descanso de los pilotos y copilotos elevándola a niveles violatorios de los estándares internacionales comprometiendo seriamente la seguridad aérea.
Fuentes cercanas al gremio aseguraron a Tiempo Argentino que el conflicto, de no mediar un acuerdo previo, podría escalar hasta un paro total de actividades pautado para el mes de noviembre cuando, además, está en agenda un feriado nacional de cuatro días.
Fuente: Tiempo Argentino
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