Al lamentable suceso vivido por el matrimonio dueño de la casa que sufrió una explosión en 1ro de mayo al 3600, se le suma la odisea que vivieron las viviendas aledañas al lugar.

Lucía y Analía Galizzi son inquilinas de la casa lindante, y debieron mudarse tras el derrumbe de dos paredes y el techo.

“Nosotras estamos bien. Por suerte tuvimos solo pérdidas materiales, no pasó más que el susto. No tenemos permitido regresar, y no vamos a poder tampoco hacerlo por mucho tiempo, es la casa es la más afectada. El perito nos dijo que era peligroso”, contó Lucía.

La vecina narró que una familia amiga les consiguió un departamento para vivir. Sin embargo faltan algunas instalaciones y deben comer y bañarse en casas de amigas.

Lucía detalló que entre las pérdidas se encuentra todo lo que se encontraba en el dormitorio de su hermana, “porque allí fue la parte donde se cayó la pared y el techo, en el living estaba conectado el aire y se rompió también. La heladera funciona. La ropa quedó bajo los escombros, ayer los bomberos nos corrieron los escombros y nos dejaron sacar algunas cosas, se fijaron que no haya peligro y pudimos recuperar algo de ropa”.

Cabe destacar que la dueña de la vivienda, que no vive en Santa Fe, ya se encuentra en la ciudad y es el contacto directo con las entidades gubernamentales que intervinieron en el hecho. Lucía y Analía tenían contrato hasta fin de año.

Luego del lamentable hecho, las amigas de las hermanas comenzaron a recolectar fondos a través de las redes sociales para ayudarlas, lo cual agradecieron.

“Desde el primer momento estuvieron para ayudarnos tomaron. Muchísima gente nos habló. Queremos agradecer también a los bomberos, policías, personal médico, vecinos, toda la gente que estuvo ahí se comportó muy bien. Las palabras que más siento que resumen todo esto que pasó son ‘suerte’ y ‘gracias'” dijo Lucía para concluir.

Fuente: UNO Santa Fe