El plantel encarar los últimos días antes de las vacaciones con varios temas pendientes y con un Ezequiel Medrán que aún no puede planificar a futuro.
En el predio 4 de Junio hay una sensación general: que esta semana termine sin sobresaltos. Colón encara los últimos días de trabajo antes de las vacaciones y lo hace sin demasiadas novedades, aunque con la atención puesta en dos frentes: el económico y el físico.
El atraso salarial sigue siendo una sombra que recorre el plantel. No hay certezas sobre cuándo se regularizará la situación y eso atraviesa el ánimo de todos. A la vez, cada práctica se mira de reojo: una lesión a esta altura sería un problema mayor, justo cuando se viene una depuración importante y los contratos que se pretende cortar aún no se resolvieron.
Ezequiel Medrán sigue al frente del grupo. Dirige, planifica y sostiene la rutina diaria, mientras espera definiciones. Su vínculo con el club se extiende hasta diciembre de 2026, pero su futuro dependerá de lo que decidan las urnas el próximo 30 de noviembre. Hasta entonces, todo es espera.
En cuanto a lo futbolístico, Tomás Gallay continúa con tareas diferenciadas, ya que es el único tocado Son los últimos movimientos de un plantel que transita un tiempo de transición, más cerca del descanso que del arranque formal de la pretemporada, prevista para mediados de noviembre.
Por eso, en Colón nadie busca grandes cambios esta semana. Solo cumplir con el calendario, que no haya partes médicos nuevos y que el tiempo ayude a cerrar un año cargado de incertidumbre.
Fuente: Diez en Deportes

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