El mediocampista, de último paso por Colón de Santa Fe, se quedó afuera del banco de suplentes por decisión del entrenador. Más allá de que se encuentra recuperado del durísimo golpe en la cabeza que sufrió el último miércoles en la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, el Muñeco optó por preservarlo.

Teniendo en cuenta que en tres días se viene la revancha con Vélez en el Estadio Monumental, un duelo trascendental para River (perdió 1-0 la ida en Liniers), Aliendro no arriesgará su físico en el cierre de este domingo en el Tomás Adolfo Ducó. Esta era una baja previsible y no causó sorpresa alguna en el mundo River.

Por precaución, al término del encuentro con el Fortín, el cuerpo médico del Millonario decidió realizarle estudios para constatar que no haya sido más que un golpe y los resultados arrojaron justamente eso, llevando tranquilidad. “Está bien”, comentaron puertas adentro en Núñez tras la placa.