Solo 450 investigadores e investigadoras pudieron ingresar al organismo y los científicos denuncian que actualmente se está produciendo una nueva “fuga de cerebros”.

El próximo miércoles, desde el mediodía, investigadoras e investigadores del Conicet desarrollarán una jornada de lucha en todos los centros de trabajo del país, por los 2.100 científicos que quedaron sin trabajo en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Esto se resolvió luego de que el viernes se conocieran los resultados de los ingresos a la carrera de solo 450 aspirantes de los 2.500 que se presentaron.

En declaraciones a Informativo FARCO, la antropóloga e investigadora del CEIL-Conicet, Nuria Giniger, sostuvo: “Lo que se produjo este año es una suerte de embudo porque aquellos que no entraron el año pasado ni el año anterior, ahora se volvieron a presentar y estas son las consecuencias, verdaderamente dramáticas, porque estamos hablando de trabajadores y trabajadoras altísimamente calificados, que tienen sus doctorados, incluso posdoctorados, hechos que investigaron acá y en el exterior y que, sin embargo, no tienen trabajo y no tienen chances o perspectivas reales de conseguir trabajo porque el ajuste no impacta nada más sobre el Conicet sino que impacta sobre el conjunto del sistema científico- tecnológico público”.

El Gobierno Nacional estipuló un cupo de ingreso de 450 investigadores por año, pero esto no está en consonancia con las investigadoras e investigadores que genera, año tras año, la capacitación en las distintas universidades. En relación a esto, la integrante de ‘Liberación, Corriente de Universidad, Ciencia y Tecnología’, afirmó que “el modelo económico que este gobierno está implementando no requiere tantos investigadores calificados como los que produce, como los que se producen en las Universidades y como los que el Conicet financia con sus becas”.

Como en la década del ’90, lo que se está produciendo actualmente es una nueva ‘fuga de cerebros’ por un “ajuste estrictamente económico y político en cuestiones estratégicas, ya que es un Gobierno que sigue formando doctores para que se vayan a trabajar al exterior”. La investigadora del Conicet explicó que la fuga de cerebros consiste en “exportar científicos y científicas, altísimamente calificados, a los países centrales, a las agencias internacionales que definen qué se investiga en este mundo”.

Los proyectos de investigación y los institutos están desfinanciados, y la situación en nuestro país no puede ser analizada sino en el contexto de lo que ocurre en la región de Latinoamérica. “La oleada conservadora y la oleada de recolonización de América Latina impacta también en Argentina pero también en el resto de los países del continente; estamos en vísperas de un intento de intervención militar en Venezuela, y este es el contexto en el cual se desarrolla”.

Luego de la crisis del 2001, el gobierno kirchnerista, lanzó el ‘Programa Raíces’ de repatriación de científicos para poder incentivar el regreso de aquellos investigadores que se habían formado en Argentina y a quienes, el entonces ministro Domingo Cavallo, había mandado a ‘lavar los platos’. Este programa logró, hasta 2016, el retorno de casi 1300 investigadores. En este sentido, Giniger expresó que “América Latina quería avanzar con gobiernos progresistas hacia un camino soberano y de emancipación y la reacción del imperialismo norteamericano, de ver que su patio trasero ya no estaba solo bajo su control, viene siendo terrible”.

 

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