Tren Urbano dialogó con Lautaro Massa, trabajador del Conicet, a raíz de la noticia que se conoció el viernes, que de 2500 postulantes para ingresar como investigadores al Conicet, solo ingresaron 450.
Massa contó que el Conicet no solo viene sufriendo el achique en su planta de investigadores, sino que tampoco hay reposición del personal administrativo que se jubila y cada vez ingresan menos becarios.
Los grupos de investigación están paralizados, con presupuestos mínimos, en un sector donde todo está dolarizado, la plata llega en cuentagotas con uno o dos años de retraso, con lo cual cuando llega se puede comprar una tercera parte de lo presupuestado originalmente, indicó.
Al cerrárseles las puertas del Conicet, los investigadores no tienen muchas opciones. Buscar trabajo en el sector privado, donde en nuestro país siempre ha habido poco desarrollo e investigación, o dar clases en la universidad, que también pasando momentos de ajuste, y donde los cargos son limitados.
Estos investigadores, que se forman en la educación pública, y después de haber sido becados por el Conicet por siete años para hacer sus doctorados, en vez de brindarle al país su conocimiento, se terminan yendo al exterior. Y los becarios que se están perfeccionando afuera lo “piensan 10 veces antes de volver”. “Es una historia repetida en nuestro país”, se lamentó.
Los beneficiados de esta “sangría” son los países centrales, que quieren liderar el desarrollo tecnológico y vender ellos tecnología y conocimiento, aseguró. Por último, hizo una comparación con el mundo del fútbol, “los mejores futbolistas se terminan yendo, pasa los mismo, le regalamos los mejores valores”.
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