El argentino Franco Colapinto se mostró disconforme con la estrategia y el rendimiento del auto en el GP de México.

El Gran Premio de México dejó más frustraciones que certezas para Franco Colapinto, quien no ocultó su bronca al bajarse del Alpine. El argentino terminó 16° y último en el Autódromo Hermanos Rodríguez, tras un fin de semana complicado de principio a fin. Sin ritmo, con una estrategia cuestionable y un trompo en la primera curva, el pilarense fue lapidario en su análisis: “Hice 50 vueltas arrastrándome, sin nada de grip”.

El joven de 22 años no se guardó nada al referirse a la táctica elegida por la escudería francesa. Alpine apostó a una estrategia de una sola parada, con el compuesto más duro en la primera parte, decisión que dejó a Colapinto sin ritmo durante buena parte de la competencia. “Después, con las blandas, el auto mejoró, pero ya era tarde. Fue una carrera larguísima, sin mucho que hacer. No teníamos ritmo como equipo, nos costó todo. A laburar para la próxima”, lanzó con evidente fastidio.

La frustración se notó también por lo poco que el argentino pudo rescatar de una carrera que nunca lo tuvo en zona de puntos. Clasificó 20°, y solo avanzó cuatro lugares por abandonos ajenos. Cuando parecía que podía superar a su compañero Pierre Gasly, el Virtual Safety Car por el abandono de Carlos Sainz Jr. congeló la lucha interna y lo dejó sin chances de mejorar la posición. “Sí, lo pasaba seguro. Llegué a tres décimas. El Safety me arruinó el final”, reconoció Colapinto.

A todo eso se sumó un arranque accidentado: en la primera curva, Lance Stroll lo empujó fuera de pista y lo obligó a hacer un trompo. El argentino fue durísimo con el canadiense: “Me tiró al pasto. No mira los espejos nunca, siempre hace lo mismo. No sé para dónde mira cuando ve los espejos. Hice un trompo, pero la pude recuperar rápido”, disparó.

La mirada positiva en el final de Colapinto en México

A pesar de la bronca, Colapinto intentó cerrar con una mirada positiva. Su próximo desafío será en Brasil, el fin de semana del 7 al 9 de noviembre, en el circuito de Interlagos, donde se espera una gran cantidad de hinchas argentinos. “Brasil es como correr en casa. Va a haber muchos compatriotas alentando y tengo muchas ganas de disfrutarlo con ellos. Lo bueno es que peor no se puede ir… de acá, ojalá empecemos a mejorar”, expresó con una sonrisa resignada.

Mientras Alpine busca soluciones y Colapinto acumula experiencia en su primera temporada completa en la Fórmula 1, el argentino sigue demostrando que, más allá de los resultados, tiene el temple y la madurez para resistir los golpes de un campeonato que no perdona.

Fuente: UNO Santa Fe

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