La secretaria de Salud de Santa Fe, Andrea Uboldi, advirtió  sobre la reaparición de enfermedades que estaban controladas y reclamó mayor presencia del Estado nacional en campañas de concientización,

La secretaria de Salud de Santa Fe, Andrea Uboldi, expresó su “preocupación sostenida” por la caída en las coberturas de vacunación infantil y adolescente, un fenómeno que se replica a nivel mundial y que ya genera brotes en distintas regiones del país.

 La funcionaria remarcó que Argentina enfrenta hoy un brote de tos convulsa y que existe riesgo de reaparición de sarampión, una enfermedad eliminada que volvió a registrarse en otros países.

“Para estas enfermedades prevenibles por vacunas, necesitamos tener al menos el 95% de la población objetivo con el esquema al día”, explicó. El problema, remarcó, no es la presencia de un fuerte movimiento antivacunas en el país, sino la reticencia o vacilación, alimentada por la desinformación en redes, la ausencia prolongada de ciertos cuadros clínicos y un cambio social respecto del rol de las vacunas, aunque la gente conoce que el bajo nivel de vacunación es impulsado por los grupos libertarios antivacunas.

“Hay papás jóvenes que nunca vieron sarampión, meningitis o tos convulsa. Y justamente no las vieron gracias a las vacunas”, señaló Uboldi.

Accesibilidad y nuevos hábitos

Para la funcionaria, las causas de la baja vacunación son múltiples. Mencionó que muchos padres trabajan durante el horario habitual de los centros de salud, lo que exige estrategias más creativas: vacunación en espacios públicos, operativos barriales, dispositivos como Santa Fe Acá y campañas en escuelas a través del programa Santa Fe Acá Escuela.

“Hay una responsabilidad compartida. No solo del ciudadano, también del Estado en acercar las vacunas”, remarcó.

Reclamo por una campaña nacional sostenida

Uboldi fue crítica respecto a la ausencia del Estado nacional en campañas de comunicación que sostengan la importancia del calendario.

“Preguntale a la gente cuántas campañas vio este año sobre vacunación. No hay. Y esto requiere presencia permanente en los medios”, cuestionó.

Recordó que, aunque la salud es responsabilidad provincial, una política nacional sólida permitiría coordinar acciones, evitar inequidades y prevenir la circulación interjurisdiccional de enfermedades. “Si Buenos Aires no vacuna, repercute en Santa Fe; si Santa Fe no vacuna, repercute en Córdoba. El problema es nacional”, insistió.

Provisión de vacunas y ley nacional

Consultada sobre eventuales faltantes, Uboldi destacó que la Ley de Vacunación sancionada en 2018 y reglamentada en 2023 protegió el financiamiento del calendario. Aseguró que las vacunas llegan y que sólo hay un faltante actual de dosis COVID, que no integra el esquema obligatorio. Recordó que Santa Fe adquirió por su cuenta vacunas contra el dengue en el marco de una estrategia propia.

En contraste, mencionó que la provincia sí debió afrontar déficits nacionales en otras áreas sensibles: VIH, oncología y medicamentos esenciales.

El rol de las escuelas

Uboldi subrayó la importancia de la articulación con el Ministerio de Educación, que permitió retomar la vacunación escolar y avanzar en controles de salud como agudeza visual, lenguaje y desarrollo. “Las localidades pequeñas lo tienen más aceitado; en las grandes ciudades y el sector privado, la reticencia es mayor”, sostuvo.

La secretaria recordó que Santa Fe dejó atrás el carnet en papel y desde 2011 cuenta con un sistema digital integrado (SICAP), donde se registra cada dosis por DNI. Esto permite identificar a quienes tienen el calendario incompleto y facilita la vacunación en operativos móviles.

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Además, anticipó que la provincia trabaja en una app propia para que la ciudadanía pueda consultar su historial desde el celular. “Es el beneficio de la era tecnológica”, afirmó.

“Volver a ver sarampión o tos convulsa sería un retroceso enorme”

Hacia el final de la entrevista, Uboldi remarcó el impacto sanitario de una baja cobertura: “Yo me formé en los 90, cuando no teníamos muchas de estas vacunas y los chicos sanos terminaban internados. Volver a ver sarampión o tos convulsa es un retroceso muy grande”. Y concluyó: “El desafío es proteger a nuestros niños y niñas, garantizar su derecho a la salud y evitar que reaparezcan enfermedades que ya no deberían estar entre nosotros”.

Con info de UNO Santa Fe

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