Desde la Asociación de Transportistas Escolares y Afines advierten que no llegan a completar los coches, y que el incremento no alcanza para solventar los costos.

A solo días del comienzo del ciclo lectivo, padres y madres buscan una solución al tema de un traslado seguro de sus hijos de la casa a la escuela. Para este año, desde la Asociación de Transportistas Escolares y Afines, anuncian que determinaron un 25 por ciento de aumento. “En promedio, un pasaje cuesta alrededor de 3.500 pesos, pero es de acuerdo a la distancia y a los chicos que hay en cada coche, depende del uso que se le dé al transporte. No es lo mismo un viaje desde Colastiné o Santo Tomé, que desde el centro o el norte de la ciudad. Cada uno cobra a la necesidad suya, se arregla con los padres, son contratos personales”, expresó Daniel Correa, presidente de ATEA.

El último aumento de este rubro en la ciudad fue en octubre del año pasado, con un 19 por ciento. Correa apunta: “Venimos atrasados con los costos. Estamos manteniendo las unidades con nuestro dinero. No es un valor real lo que se cobra, sino que más o menos lo redondeamos para que la gente pueda seguir usando el transporte escolar. Un transporte lleva entre 20 y 28 chicos, pero generalmente no se llena. No es fácil que se completen todos los asientos”.

Al ser consultado si en los últimos años hubo bajas en el uso de este servicio, Correa respondió que no y detalló: “Sube y baja. Los padres buscan la manera de solucionar el tema con los chicos. Por ahí lo mandan dos o tres meses. De acuerdo en cada caso a cómo se van manejando. Otros los mandan todo el año porque no pueden dar de baja el servicio”.

Cabe destacar que en la ciudad de Santa Fe, son cerca de 200 los transportistas matriculados. “Algunos han dejado de prestar el servicio porque no lo han podido mantener. Al no tener capacidad con chicos, no se puede mantener un vehículo de tanto valor. La mayoría son emprendimientos familiares y tienen uno o hasta dos coches. Son muy pocos los que tienen más de diez y trabajan con otros aranceles. No es fácil mantener las unidades, antes era más fácil, ahora los costos se han ido a las nubes todo lo que es repuestos, cubiertas, seguros. Es todo muy elevado para lo que uno cobra. Tratamos de mover los vehículos lo menos posible para que no se rompan y usarlos solo para el trabajo”, detalló Correa .

Sobre las consultas de padres y madres indicó que en general refieren a saber cuánto cuesta y si hay servicio. “No es que se asustan del costo, más o menos vienen con una idea del año pasado. El trabajo nuestro es mensual, no con algunos días de la semana, nos sirve el mes completo”.

Con información de UNO Santa Fe

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