Es el objetivo que planteó el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. La semana pasada, Luis Caputo había defendido las bandas cambiarias.
La flotación del peso y la competencia de monedas fue puesta otra vez como gran objetivo del programa económico, según la versión que dio el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. El socio del ministro de Economía, Luis Caputo (con quien llevó las riendas de la consultora Anker hasta que fue convocado por el presidente Javier Milei, en 2023), dio una significativa charla en un simposio de economía que tuvo lugar este martes en el Hotel Alvear.
En la ocasión, Bausili también relativizó la necesidad de acumular reservas para el pago de las deudas en dólares, reclamo explícito del Fondo Monetario Internacional y de gran cantidad de analistas locales.
El titular del Central afirmó que la meta final del programa económico es “la flotación cambiaria con competencia de monedas” y que “la acumulación de reservas será consecuencia del éxito del programa, no su motor; es una métrica del programa”.
El funcionario enfatizó con que el objetivo de acumular reservas “no puede ser a cualquier costo, de manera que pueda poner en riesgo la estabilidad económica”. Justificó esa reticencia en que la compra de divisas por parte de las autoridades puede impulsar una suba en el tipo de cambio, como consecuencia de la mayor demanda.

“Hasta que no cambie la estructura productiva del país, la acumulación de reservas se dará en un ciclo virtuoso de desarrollo, y no con un tipo de cambio artificialmente alto que refleja una economía deprimida”, dijo Bausili.
El giro discursivo es similar al que había dado su socio Caputo la semana pasada. Tal como contó Tiempo en su edición impresa del último domingo, el ministro mostró poco interés por reunir dólares para pagar los vencimientos de los próximos meses. Por el contrario, señaló que para ese fin “se abrieron varias avenidas desde lo financiero”, dando a entender que podría tomar más deuda con Estados Unidos.
Sin embargo, en otros puntos la versión del titular del BCRA se choca bastante con la de Caputo, quien la semana pasada también dijo que no creía conveniente abandonar el actual esquema de bandas cambiarias porque “Argentina es un país que tiene todavía, como consecuencia de todas las crisis que hemos vivido, una inestabilidad en la demanda de dinero”. Ese diagnóstico no se lleva bien con la propuesta de su socio. «No es serio pretender flotar en un mercado así», insistió el ministro al quejarse de la poca cantidad de divisas que se comercian en la plaza local.
Tampoco queda claro cómo implementar la competencia de monedas, la propuesta que encontró el gobierno a mediados del año pasado cuando se tornó evidente que la dolarización que había prometido Javier Milei durante su campaña electoral era inaplicable. De hecho, el Presidente había dicho que cuando asumiera su cargo iba a cerrar el Banco Central, el organismo que Bausili preside hace ya 23 meses. El aliento a usar ahorros no declarados para forzar la «dolarización endógena», otro concepto acuñado por el mileísmo, tampoco prosperó.
A pesar de esos matices, el responsable de la entidad monetaria coincidió con Caputo en mostrarse optimista por la baja del indicador del riesgo país, que ronda los 600 puntos básicos. De mantener el sendero descendente, el gobierno estará en condiciones de colocar nuevos bonos en el mercado internacional.
“Si el Tesoro recupera el acceso al mercado de capitales, el Banco Central dejará de proveer las reservas para enfrentar los pagos, y la remonetización se reflejará en acumulación de reservas. Lo que no podemos hacer es forzar el ritmo”, insistió Bausili.
Fuente: Tiempo Argentino

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