Delincuentes se manejan con total impunidad por Nueva Detroit Sauce Viejo ,  ingresan a las viviendas y roban lo que tienen a su alcance ante la inoperancia policial.

El barrio Nueva Detroit de Sauce Viejo está siendo azotado por una serie de robos que mantiene en vilo a los vecinos. En las últimas semanas, la voracidad de los malvivientes desataron una cadena de saqueos a viviendas, enfocándose en bombas y filtros de piletas, cables de cobres de aires acondicionados, aberturas, apliques, y todo lo que encuentran a su paso.

“La propia policía me comentó que están robando muchas bombas y filtros. Lo que pasa es que después los venden en el ‘mercado negro’ a cualquier precio”, se lamentó  una de las vecinas, una residente afectada por la situación en calle Chañares (a pocos metros de la sede de la vecinal 30 de noviembre). Como ella, son muchos los vecinos que han visto cómo sus propiedades se convierten en blanco de los delincuentes.

Preocupación

El viernes pasado, otro vecino del barrio que vive sobre calle Alisos y Rosasescuchó ruidos extraños en su patio. Al salir, encontró a dos individuos intentando arrancar la bomba de su pileta. “Logré ahuyentarlos, pero me asusta pensar qué podría haber pasado si no los descubría a tiempo”, comentó, visiblemente preocupado.

El oficial me dijo que me fije en páginas de Facebook donde ofrecen cosas robadas y así, quizás, poder recuperar algo de lo sustraído. Yo no lo podía creer.

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No es el único que experimentó situaciones similares. Varias casaquintas han sido despojadas de aberturas, apliques o lo que tengan a su alcance los malhechores, actuando bajo la cobertura de la oscuridad y aprovechando la relativa calma del vecindario.

El modus operandi de los ladrones parece bien planificado. Según relataron a UNO Santa Fe, los delincuentes suelen operar en la madrugada, cuando la mayoría de los residentes duerme. Equipados con herramientas, los robos se ejecutan con rapidez y eficiencia, dejando pocas pistas tras de sí.

Esta ola de robos no solo sembró el miedo, sino que también dejó al descubierto la existencia de un mercado negro donde estos equipos robados se comercializan sin ningún control.

Los elementos sustraídos son ofrecidos a precios significativamente bajos, lo que alimenta una demanda constante y permite a los delincuentes deshacerse rápidamente de la mercancía. “Es indignante pensar que hay gente que se beneficia de nuestra desgracia”, añadió otros de los vecinos damnificados que vive en calle Curupíes ( a pocos metros de la ruta 11), refiriéndose a quienes compran estos artículos robados sin ningún escrúpulo.

A esta situación, agregó una respuesta insólita que recibió por parte de un policía de la Comisaría 19° donde realizó la denuncia: “El oficial me dijo que me fije en páginas de Facebook donde ofrecen cosas robadas y así, quizás, poder recuperar algo de lo sustraído. Yo no lo podía creer. Queda claro que saben cómo se manejan los delincuentes, quiénes son, pero no hacen nada. Es una vergüenza”.

Vulnerabilidad

La situación llevó a los residentes en el barrio Nueva Detroit a organizarse y tomar medidas adicionales para proteger sus hogares. Algunos instalaron cámaras de seguridad y sistemas de alarma. A pesar de estos esfuerzos, la sensación de vulnerabilidad persiste.

Mientras tanto, en la zona, la comunidad se mantiene alerta y unida frente a esta amenaza. La esperanza de los residentes es que, con el esfuerzo conjunto de todos, puedan recuperar la paz y seguridad que caracterizaban a este rincón de Sauce Viejo. Pero hasta que se logre desmantelar el mercado negro y se frene la ola de robos, la incertidumbre sigue siendo una sombra que se cierne sobre las casas y sus piletas.

Fuente: UNO Santa Fe

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