En los primeros chisporroteos por la herencia en Santa Fe, el oficialismo retomó el discurso proselitista de la inversión record en infraestructura. Un análisis de los números oficiales pone en jaque esta aseveración.

Por Gustavo Castro

El incipiente debate postelectoral por la herencia del Frente Progresista, en el marco del comienzo de la transición en la provincia de Santa Fe, permite avanzar en precisiones sobre uno de los aspectos más reivindicados por el actual oficialismo: la obra pública.

El tema se reinstaló luego de que desde el peronismo insinuaran que el gobierno de Miguel Lifschitz debería dejar $ 1.600 millones –actualizados- en la cuenta del Fondo Anticíclico, tal como lo hizo la gestión de Jorge Obeid en 2007. “Es lo mismo que dejará Lifschitz para que el gobernador que asume el 10 de diciembre próximo pueda afrontar los compromisos que le impone la propia gestión inmediatamente”, salió a cruzar el diputado provincial y mano derecha de Antonio Bonfatti, Rubén Galassi, quien agregó: “es lo que hizo Obeid en su momento: dejó recursos para pagar el aguinaldo y los sueldos”.

Más allá de la confusión entre el Fondo Anticíclico, que es en definitiva una herramienta para emergencias, y el dinero para gastos corrientes básicos, el dirigente socialista volvió a hacer hincapié en una de las bandera proselitistas del Frente Progresista. La obra pública, se dijo insistentemente en la última campaña electoral oficialista, registró avances inéditos durante los últimos 12 años.Esta aseveración, instalada casi como verdad absoluta e indiscutida, no se condice con los datos oficiales del Estado santafesino, según comprobó Diario Santa Fe.

Ante la reiteración de esta sentencia por parte del elenco gubernamental, este portal consultó a distintas fuentes en materia de análisis de finanzas públicas sobre cuál sería la forma más consistente para establecer una comparación justa. Se decidió descartar el cruce entre ejecutado y presupuestado ante el riesgo de distorsiones por los cambios en las previsiones que se producen durante el año. También se prefirió no realizar una actualización de lo efectivamente gastado ante posibles reparos por la utilización de tal o cual índice de ajuste.

En consecuencia, se optó por comparar la inversión en “Bienes de Uso”, que incluye“Maquinaria y Equipos” y “Construcciones” (este último rubro representa alrededor de un 65%), sobre el total de gastos de la Administración Provincial, que involucra a la Administración Central, Organismos Descentralizados e Instituciones de la Seguridad Social (sin contar Empresas y Sociedades del Estado).

El resultado fue el siguiente:

Obeid
2004: 6,04 %; 2005: 9,03 %; 2006: 10,21 %; 2007: 6,64 %. Promedio: 7,98 %.

Binner
2008: 5,10 %; 2009: 3,16 %; 2010: 3,16 %; 2011: 3,69 %. Promedio: 3,77 %.

Bonfatti
2012: 2,16 %; 2013: 2,97 %; 2014: 3,03 %; 2015: 4,22 %. Promedio: 3,09 %.

Lifschitz
2016: 5,17 %; 2017: 7,31 %; 2018: 9,49 %. Promedio: 7,32 %.

En este contexto, se pueden extraer varias conclusiones. En principio, que el último gobierno de Obeid aventaja a los tres socialistas. Es cierto que la gestión de Lifschitz puede empatarlo o superarlo con 2019, pero eso por ahora entra en el terreno de la especulación. También conviene señalar que la actual administración contó con una inyección notable de recursos producto del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el juicio por el 15% de la precoparticipación que se destinaba a Anses.

También es aconsejable subrayar que el 10,21 % de inversión en 2006 es record, nunca alcanzado hasta ahora. El segundo mejor registro de la última gestión del PJ, el 9,03 % en 2005, sólo fue superado por la marca de 2018, apenas por un 0,46 % del total del gasto. El peor año de Obeid, el 2004, estuvo por arriba de cualquiera de los gobiernos socialistas, salvo los dos últimos de Lifschitz.  (Ver galería de imágenes al comienzo de la nota).

Finalmente, vale indicar que la gestión del actual gobernador es, en este aspecto, claramente la mejor del ciclo del Frente Progresista. La baja performance de Hermes Binner y Antonio Bonfatti queda de manifiesto cuando se observa que el promedio de Obeid es más del doble que el de ellos.

 

Seguramente se podrán establecer otras interpretaciones y exponer diversos argumentos. Incluso además eventualmente se sugerirán otras modalidades de comparación. Como sea, hay aquí material para encarar la discusión sobre bases más sólidas.

Fuente: Diario Santa Fe

 

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