En Santa Fe, productores de frutas y verduras se ven cada vez más afectados frente al encarecimiento de costos como la electricidad, combustible, mano de obra, alquiler de quintas o envasado. En diálogo con UNO, Guillermo Beckman, presidente de la Sociedad de Quinteros de Santa Fe, indicó: “En el último tiempo se está haciendo muy difícil mantener la actividad. Se está vendiendo con precios de hace un par de años. Los aumentos que han tenido son tremendos para sobrellevar el sector y los insumos están todos dolarizados”.

Si bien no tienen excedentes y lograron en los últimos meses vender toda la producción, que se vio disminuida por la sequía y el calor de febrero, “cada vez cuesta más sembrar, producir y no se pueden trasladar los costos (al precio)”, explicó el referente. Y lamentó: “El pequeño productor que sembraba una hectárea de un producto hoy en día está sembrando un cuarto de hectárea”.

Por su parte, Sergio Caballero, vicepresidente del Mercado de Productores de Santa Fe, detalló a UNO que en febrero comenzó a notarse el “efecto de la recesión”, con una caída de ventas que comenzó la tercera semana del mes. “Normalmente es la última semana del mes donde se nota la baja de venta, pero el mes de febrero fueron los últimos 15 días. Se adelantó una semana. Se notó que la gente dispone de menos dinero para comprar. La última quincena de febrero disminuyó mucho más que otros meses el volumen de comercialización” detalló.

De cara a lo que viene, pasando los primeros 15 días de marzo donde se notó un repunte de ventas, indicó: “No soy muy optimista de que se mantenga el nivel de venta de esta semana y la semana pasada, que se revierta”.

Otro comportamiento que notaron en los clientes es el cambio de hábitos de compra. Quienes compran verduras pasaron de la variedad “elegida”, de mayor calidad estética y por lo tanto más costosa; a la variedad comercial, con menos color, tamaño o que creció de manera menos uniforme, que tiene un valor mucho más accesible.

Al respecto, el referente del Mercado de Productores destacó que, en cuanto a cualidades de sabor y nutrientes, ambas opciones son iguales, por lo que recomendó seguir acompañando esta decisión de compra. En otros tiempos, con una situación económica más favorable, la variable comercial es la que cuesta más vender. “El cliente consume por lo que ve”, explicó.

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La importancia de la producción local

Los referentes destacaron cómo la producción local influye en un precio más bajo para los alimentos, lo que beneficia al consumidor. En la ciudad, el elevado costo de algunas hojas verdes en los puestos, verdulerías, ferias o mercados sorprendió a los clientes en los últimos días. En particular, la lechuga tuvo un gran aumento en poco tiempo, alcanzando los $4.000 el kg. En detalle, explicaron a UNO que se trató de los efectos de la ola de calor, que “quemó” las plantaciones de esta verdura y generó desabastecimiento.

Tomando el caso de la lechuga, Beckman explicó que, cuando acá se puede producir, principalmente la crespa, la oferta ayuda a que la repollada y mantecosa, que vienen de otras localidades, no disparen sus precios. En estos días, la falta de producción local explica el precio elevado de esta verdura. En ese sentido, el referente envió tranquilidad: “El clima ya cambió, Santa Fe va a estar produciendo y el precio se va a acomodar nuevamente”. “Dentro de poquito tiempo va a aparecer Santa Fe de nuevo con su producción“, celebró.

La feria de Quinteros, en Aristóbulo del Valle al 9100, recibe a 4.000 personas todos los sábados y “cada vez va más gente”. Ante la pregunta por la razón de este fenómeno, Beckman indicó: “Es una venta directa del productor al consumidor. Se vende mucho más barato y la gente está buscando eso, por la necesidad, porque realmente estamos viviendo un momento muy difícil”.

Fuente: UNO Santa Fe