La Municipalidad de Santa Fe confirmó que no renovará el contrato del predio que alberga la Feria de Rivadavia, tras 17 años de funcionamiento. Los puesteros reclaman poder trabajar al menos durante las fiestas, mientras que en noviembre el inmueble deberá ser entregado al propietario privado.
Tras casi dos décadas de funcionamiento, la Feria de Rivadavia, ubicada en Rivadavia 2747, enfrenta su cierre definitivo. La Municipalidad de Santa Fe anunció que no se renovará el contrato de alquiler, que representa un gasto mensual de 5 millones de pesos, y trabaja en alternativas de reubicación para los feriantes que permanecen en el lugar.
El secretario de Políticas Sociales, Hugo Marchetti, explicó que el municipio notificó a los puesteros con suficiente antelación sobre la decisión y que la Secretaría de Economía Social es la encargada de acompañarlos y dialogar con ellos.
“Le hemos avisado con suficiente tiempo de que nosotros no alquilábamos más ese predio. No solamente por lo oneroso, sino porque es un modelo en el cual nosotros no podemos dar sustentabilidad; que es alquilarle espacio para los feriantes y comerciantes”, definió.
Marchetti detalló que se ofrecieron alternativas basadas en autoorganización y autogestión, similares a las de otras ferias de la ciudad, donde los comerciantes prorratean el alquiler y sostienen sus emprendimientos de manera independiente.
“El plazo de alquiler vence el 31 de octubre y antes de ese tiempo ellos tienen que desalojar el lugar. Les ofrecimos propuestas para seguir acompañándolos, pero con otro formato. Aquí lo que está en juego y nosotros no queremos hacerlo, es alquilar predios para feriantes. Eso es lo que conversamos con ellos”, apuntó en declaraciones al programa “De10”, que se emite por “LT10”.
Según el funcionario, el municipio continúa en contacto permanente con los puesteros y ofrece herramientas como microcréditos, asesoramiento en marketing y análisis de costos, pero no puede continuar cubriendo el alquiler, ya que implica un gasto con fondos públicos y genera una situación de competencia desigual con otros comercios de la ciudad que deben afrontar alquileres, impuestos y pagar empleados.
“El plazo de alquiler vence el 31 de octubre y, antes de esa fecha, ellos tienen que desalojar el lugar. Estamos notificándolos con anticipación para que al menos 20 días antes de la entrega de la propiedad podamos tenerla desocupada, ya que vamos a tener que realizar un gasto para poner el edificio en condiciones y entregárselo al propietario tal como nos lo alquiló”, enfatizó.
“Ellos nos dicen que son 36 familias, mientras que nosotros contratamos 12 o 13 puestos. Les hemos explicado que pueden organizarse y alquilar el espacio de manera conjunta; si prorratean el alquiler entre las 36 familias, obtendrán un precio razonable, como cualquier otro emprendimiento que se organice de forma grupal.
Es una cuestión de sentido común. Entendemos la situación económica y la vulnerabilidad de las familias, pero queremos acompañarlos a todos; no los estamos dejando a su suerte. Lo que no podemos seguir haciendo es replicar un modelo en el que el municipio tenga que cubrir el alquiler, porque se trata de fondos públicos.”
Los feriantes dicen que van a “resistir”
Por su parte, los feriantes expresaron su preocupación por el impacto que tendrá el cierre en su actividad económica y en la subsistencia de 36 familias.
Federico, uno de los puesteros, manifestó: “Quieren que nos retiremos. Imagínense, faltan dos meses para la fiesta, nosotros vivimos de esto. Ellos dicen que tienen un lugar para reubicarnos, pero todavía no existe. Les pedimos estos meses que faltan para la fiesta, para que podamos pasar por lo menos la Navidad, y nos lo niegan. Vamos a resistir acá, no nos queda otra forma.”
Otro puestero, Roberto, agregó que las propuestas del municipio no contemplan la realidad del grupo y criticó la opción de trasladarlos al trueque que se encuentra en adyacencias al hospital Iturraspe, algo que desde el municipio descartaron.
“Le propusimos varias alternativas a las que se negaron; o sea, no rotundo. La propuesta que nos dicen es de irnos a un trueque, cuando nos están diciendo que a los trueques los quieren reubicar también. Acá somos 36 familias que van a quedar en la calle. No son dos. Es medio conflictivo el tema”, dijo a LT 10 el puestero.
La feria abrió en 2008 como una medida transitoria para albergar a comerciantes informales del Parque Alberdi, pero el modelo se mantuvo durante 17 años con el pago del alquiler a cargo del municipio. Hoy, el lugar se encuentra en mal estado y con escasa actividad, mientras que solo una decena de puesteros continúa trabajando en el predio.
El cierre de la Feria de Rivadavia se suma a un proceso de reorganización de espacios públicos en Santa Fe, donde el municipio busca impulsar ferias autoorganizadas y sostenibles, garantizando la actividad de los comerciantes sin que los fondos públicos tengan que cubrir los alquileres de manera indefinida.
Fuente: UNO Santa Fe
Comenta sobre esta publicación