Con el consumo derrumbado y la inflación aún alta, Caputo mostró su lado intervencionista y le pidió que moderen el alza de los precios a los grandes empresarios. Al parecer, la libre competencia y la liberación del mercado no pueden frenar la inercia inflacionaria.

A contramano de lo que indican las palabras del presidente Javier Milei, el ministro de Economía, Luis Caputo, tuvo que reunirse con grandes empresarios supermercadistas para pedirles que frenen la inercia inflacionaria en las listas de precios. Mientras tanto, febrero marcó un profundo retroceso del consumo en productos de consumo masivo. La combinación entre la caída de ventas y aumentos de costos amenazan el plan del Gobierno para terminar de enfriar la economía. 

El dogma del libre mercado y la estricta reducción de la emisión monetaria no parecen ser los únicos remedios necesarios para frenar la inflación. Este lunes, Caputo, el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, Juan Pazo, y su par de Comercio, Pablo Lavigne, mantuvieron un encuentro este lunes en el Palacio de Hacienda con los líderes de los principales supermercados.  El ministro hizo “particular hincapié en el hecho de que los precios de los productos de consumo masivo no reflejan hoy la nueva realidad económica”. Según se difundió oficialmente, se “debatieron alternativas para combatir la suba desmedida de precios y proteger de este modo a los consumidores”, sin brindar precisiones.

Del encuentro participaron representantes de CENCOSUD, Coto, La Anónima, Carrefour, Chango Más y Día. Fue la segunda reunión de Caputo con los sectores de precios de consumo masivo en cinco días. El miércoles pasado, había recibido a representantes de empresas alimenticias y de limpieza, circunstancia en la que les transmitió que el programa de gobierno “comenzó a mostrar resultados en términos de desaceleración en la inflación a partir del ordenamiento en las cuentas públicas y la mejora en la hoja del balance del Banco Central”, subrayó Economía en un comunicado.

Sin embargo, el eje central de esa reunión, que volverá a tratarse en la cita del lunes, fue el tema de la distorsión de los precios debido a las ofertas que ofrecen en las grandes cadenas supermercadistas. El Gobierno entiende que con las ofertas al consumidor no se termina expresando cuál es el precio real de cada producto por unidad. Por lo tanto, esto genera que el precio medido finalmente sea más alto que el que verdaderamente se paga, y que la inflación oficial sea mayor de lo que debería ser realmente. Raramente, ahora el Gobierno pone la lupa en el accionar empresario, luego de haber eliminado por decreto todas las normativas regulatorias que le daban status de control a la Secretaría de Comercio. Una forma de entrega del marco teórico que tanto pregona el presidente Javier Milei.

Se derrumba el consumo

De acuerdo a un relevamiento de la consultora Focus Market  en 680 puntos de venta de todo el país, el consumo masivo se desplomó 13,4% interanualmente en febrero y del 6,6% respecto de enero. La cantidad de tickets cayeron 3,4% frente a la semana anterior y 11,4% frente al año anterior. Las unidades por ticket retrocedieron 12,3 % interanualmente a 4,7 unidades por ticket y 0,5% frente a enero, a 4,1 unidades por ticket.

“Al gobierno le preocupa que a pesar de la caída del consumo los precios vuelven a acelerarse en la primer semana de marzo. La inquietud está dada por qué hay precios unitarios que tienen promociones, ofertas o descuentos que hacen variar el precio real que el cliente paga pero que en góndola figura a un precio superior. Si bien el tipo de cambio se mantiene estable hay precios que se corrigen como combustibles, peajes, energía eléctrica, gas que impactan sobre industria y comercio”, señaló Damián Di Pace, director de Focus Market.

Para el total de la canasta relevada, la inflación de febrero fue de 10,6%, siendo el rubro de bebidas y limpieza el que registró el mayor ajustes de precios. La inflación Interanual registró un 308,6%.

En esta línea, según un informe proporcionado por la consultora de consumo Scentia, los supermercados sufrieron en enero un retroceso en sus ventas del 8% interanual, el primero en este tipo de comparación tras más de dos años en alza. Según pudo saber El Destape de fuentes del sector, las ventas minoristas en las grandes cadenas cayeron aproximadamente un 13% interanual el mes pasado.

Concretamente, en las dos primeras semanas de febrero las ventas en los supermercados habían bajado un 13,4% (un 12,2% en la primera y un 14,8% en la segunda), mientras que en la tercera semana la baja fue del 12%. Para la cuarta y última semana los datos todavía no fueron procesados, pero entre los supermercadistas entienden que con las tres primeras ya puede verse la tendencia final.

Fuente: El Destape Web

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