Apenas asumió como presidente, Víctor Godano confirmó a Iván Delfino como entrenador. Lo tenía ya acordado, pero tenía que ganar las elecciones. El propio DT se arriesgó también, porque tenía la chance de Estudiantes de Río Cuarto. Se la jugó y terminó cumpliendo su deseo de dirigir al club del que es hincha.

En charla con Super Deportivo, de Emiliano Nunia, fue sinceró sobre este escenario: “Es como estar en un circo romano, es cruel. Mis amigos me decían que estaba loco por agarrar a Colón en este momento”.

A la vez que insistió: “Ascender a Colón a la Primera División es como estar en el circo romano: se matan entre todos y el último que queda es el que termina ganando. Es cruel así, es muy difícil. Están los gladiadores ahí adentro y el más capaz  o el más fuerte termina ganando”.

“Es un torneo, a mi entender, primitivo, porque en Primera son todas las canchas iguales. Tenes el VAR y en el Nacional B cambian las canchas, los árbitros, los vestuarios y no hay VAR. Primitivo en el buen sentido,  como lo jugábamos siempre. Necesitás un plus, porque el jugador de ascenso viene del barro y tiene hambre”, agregó.

Mientras que luego, se sinceró: “Cuando llegué a Colón sentí que era una presa acorralada, con ese miedo, pero también en guardia para defenderse de lo que venga. Yo llegué y había 30 jugadores, pero sabía que 15 se iban a ir y no sabía con qué plantel me iba a encontrar. Muchos amigos me trataban de loco por agarrar a Colón en este momento. De afuera lo ves grande, pero cuando estás adentro lo ves mas grande todavía. Ese es Colón“.