El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dijo estar preocupado por el efecto que pueda tener sobre el alto el fuego.
Colonos israelíes incendiaron este jueves una mezquita entre las localidades de Deir Istiya y Kafr Haris, en el centro de Cisjordania, en medio del aumento la ola de violencia contra el enclave palestino.
La agencia oficial de noticias palestina WAFA precisó que la mezquita Al Hajja Hamida fue objeto de un incendio que, si bien provocó daños en el templo, no ha conseguido propagarse gracias a la intervención de los vecinos. Tampoco registraron heridos por las llamas.
El grupo de colonos lanzó materiales inflamables a la entrada de la mezquita, que se encuentra en la gobernación de Salfit, y escribió en sus paredes mensajes racistas y hostiles hacia la población palestina.
El incidente se enmarca en una ola de violencia creciente que obligó al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, a reconocer «cierta preocupación» por la posibilidad de que los ataques de colonos israelíes en Cisjordania, «tenga un efecto que pueda socavar» el plan del inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, para el futuro de la Franja de Gaza.
El martes pasado se registraron varios ataques de decenas de enmascarados a localidades del enclave palestino. «Existe cierta preocupación de que los sucesos en Cisjordania se extiendan y tengan un efecto que pueda socavar lo que estamos haciendo en Gaza», declaró Rubio desde la localidad canadiense de Niagara, que ha albergado dos días de encuentro de los ministros de Exteriores del G7. «Haremos todo lo posible para evitarlo», dijo.
El último suceso fue condenado por el Gobierno palestino, que afirmó que «el reciente terrorismo y los crímenes perpetrados por colonos, apoyados directamente por el gobierno de ocupación, constituyen una política sistemática y generalizada para socavar los derechos del pueblo palestino y crear un entorno hostil que propicia la limpieza étnica y el desplazamiento forzado de su población».
El Ministerio de Exteriores palestino señaló en su cuenta de X que «los colonos escribieron eslóganes racistas» en los muros de la mezquita incendiada, en lo que describió como «una flagrante violación de la santidad de los lugares de culto y una expresión manifiesta del arraigado racismo que rige el comportamiento de los colonos, bajo la tutela del régimen de ocupación».
En este sentido, acusó a las autoridades israelíes de un plan para «redibujar el panorama religioso en el territorio palestino de una forma que beneficie a su proyecto de asentamientos y al terror y desplazamiento del pueblo palestino», antes de responsabilizar a Israel de lo sucedido y sus «repercusiones».
La crisis generada por los ataques israelíes en Cisjordania ha vuelto a ganar visibilidad con el alto el fuego en la Franja de Gaza y la aprobación en el Parlamento israelí de la primera lectura de un proyecto de ley que introduce la pena de muerte para aquellas personas condenadas por «terrorismo» y que se aplicará únicamente a los palestinos sentenciados por el asesinato de israelíes.
Las operaciones del Ejército de Israel y los ataques de colonos israelíes en Cisjordania y en Jerusalén Este dejaron más de un millar de palestinos muertos desde que este tipo de acciones se hayan incrementado tras el 7 de octubre de 2023, si bien ya en los primeros nueve meses de ese año se habían registrado cifras récord de fallecidos en estos territorios.
Según los datos de Naciones Unidas, en 2024 se registró la muerte de cerca de 500 palestinos, mientras que en lo que llevamos de año han notificado el fallecimiento de más de 210 personas en el contexto de la ocupación y el conflicto.
BB con Europa Press

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