Tras la rescisión de contrato con Cristian García, los dirigentes avanzan con otros pesos pesados para llegar a un acuerdo similar. De quiénes se trata.
La actual comisión directiva de Colón sigue adelante con el proceso de reestructuración del plantel profesional, con el objetivo de entregar el club en mejores condiciones económicas y deportivas antes del recambio dirigencial del 30 de noviembre.
En las últimas horas, se concretó la rescisión de contrato con Cristian García, mediocampista que había llegado por pedido de Andrés Yllana y cuyo vínculo se extendía hasta diciembre de 2026. Su salida se suma a las de Joel Soñora y José Barreto, quienes también acordaron su desvinculación de manera anticipada.
El propio tesorero de la institución había anticipado días atrás que se estaban negociando entre tres y cuatro rescisiones más, con el propósito de reducir la masa salarial y ordenar la situación contractual del plantel.
Gigliotti, Díaz y otras situaciones abiertas
Uno de los casos que aún no se resolvió es el de Emmanuel Gigliotti. El delantero, que mantiene una relación histórica con el club y con la hinchada, prefirió esperar al resultado de las elecciones para conocer cuál será la postura de la nueva dirigencia antes de definir su futuro.
En tanto, la dirigencia actual viene intentando desde hace tiempo llegar a un acuerdo con el arquero Marcos Díaz, aunque las negociaciones no prosperaron hasta el momento. El ex Huracán tiene contrato vigente, pero su continuidad parece difícil.
También se habría ofrecido la rescisión a otros jugadores que arribaron en el último mercado de pases —más allá del caso García—, como Facundo Castro y Gonzalo Soto, aunque hasta ahora no hubo avances concretos. La única excepción en ese grupo es Luis Miguel Rodríguez, a quien la dirigencia actual decidió respetarle su contrato hasta la llegada del nuevo gobierno sabalero.
Ordenar antes de entregar
La intención de la actual comisión directiva es dejar un club más ordenado administrativamente, levantando compromisos pendientes. En ese sentido, se trabaja para regularizar la deuda con Alberto Espínola, que generó una inhibición ante la FIFA, y para cumplir con los contratos de los jugadores de trayectoria.
Con las elecciones cada vez más cerca y con la atención puesta en el armado del nuevo proyecto futbolístico, el proceso de depuración del plantel se presenta como un paso clave para que la próxima conducción pueda empezar con una base económica más previsible y un grupo reducido, pero comprometido.
Fuente: LT 10

Comenta sobre esta publicación