Unión cerró su tercer partido al hilo sin recibir goles, recuperando el ADN que Leonardo Madelón le quiso imprimir desde su regreso al equipo.

Unión volvió a construir desde atrás. En el tramo más importante del Torneo Clausura, el equipo de Leonardo Madelón recuperó su solidez defensiva, un aspecto que lo había distinguido en gran parte del año y que ahora lo vuelve a posicionar como un rival incómodo para cualquiera de cara a los playoffs.

El empate sin goles ante Barracas Central dejó una sensación clara: Matías Tagliamonte le puso candado al arco. El ex Racing completó su tercer partido consecutivo sin recibir goles, consolidándose como una de las grandes figuras del equipo en esta recta final.

Tres partidos sin sobresaltos

Desde aquella caída por 3-1 frente a Central Córdoba en Santiago del Estero, el Tatengue no volvió a sufrir sobresaltos defensivos. A partir de ahí, Unión goleó 3-0 a Defensa y Justicia —con una actuación determinante del arquero, que le contuvo un penal a Abeil Osorio—, luego superó 1-0 a Newell’s en Rosario con una noche brillante de Tagliamonte, y finalmente igualó 0-0 ante Barracas Central en el 15 de Abril, donde el arquero casi no debió intervenir.

Pero los números hablan aún más fuerte: en nueve de los 17 partidos que disputó en la segunda parte del año, Unión mantuvo su arco invicto. Solo Central Córdoba pudo marcarle tres veces, y en los otros dos encuentros en los que recibió goles (Racing y Gimnasia), el equipo igualmente se quedó con los tres puntos.

Una defensa que volvió a ser garantía

La seguridad defensiva había tambaleado tras las duras derrotas ante Aldosivi y Central Córdoba, que encendieron las alarmas en Santa Fe. Sin embargo, el equipo volvió a encontrar orden, intensidad y agresividad en la recuperación, recuperando una identidad que se había diluido en las fechas anteriores.

Con Tagliamonte como líder, y una línea de fondo que se muestra cada vez más firme, Unión volvió a convertirse en un equipo difícil de vulnerar, con solidez, concentración y compromiso colectivo.

El desafío pendiente: volver a lastimar

Si la defensa hoy da garantías, el ataque aún deja dudas. Frente a Barracas Central, Unión casi no generó peligro, y ante Newell’s aprovechó la única situación clara que tuvo. El ingenio, la movilidad y la profundidad en los últimos metros son las tareas a corregir si el Tatengue quiere ser protagonista en los playoffs.

A un paso de sellar su clasificación, Unión encontró el equilibrio que buscaba. El arco cerrado de Tagliamonte es el reflejo de un equipo que volvió a confiar en su fortaleza y que se ilusiona con dar pelea en la etapa decisiva del Clausura.

Fuente: UNO Santa Fe

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