Vecinos denunciaron sustracción de baterías de autos, entraderas y robos a mano armada. “Si le roban a la vecinal de al lado de la comisaría, ¿qué podemos esperar el resto de los vecinos?”, reclamaron.
Vecinos de barrio La Esmeralda viven días de preocupación y bronca ante una seguidilla de hechos de inseguridad que se repitieron el último mes. Se multiplicaron los robos a viviendas, autos y espacios públicos, incluso a la vecinal ubicada al lado de la propia comisaría. Una vecina relató la situación que atraviesan en la zona norte de la ciudad.
“Sufrimos muchos hechos de inseguridad desde hace al menos un mes, una seguidilla fuerte”, comienza diciendo. El suyo fue uno de los tantos casos recientes: “El 17 de julio a nosotros nos tocó, tenemos la entrada de la cochera abierta y tenemos guardado allí el auto. Le quebraron la puerta para abrir el capó, cortar los cables y llevarse la batería”.
Apenas un día después, una vecina cercana fue víctima del mismo delito: “Le pasó lo mismo a una vecina a la vuelta de mi casa, en Las Heras y Misiones”.
Entraderas y robos a mano armada
Pero los robos de baterías no son los únicos hechos delictivos. La vecina asegura que se registraron entraderas, arrebatos y robos a mano armada. “Hubo entraderas en casas, robos a mano armada, arrebatos a vecinos. Esta semana volvieron a aparecer hechos de inseguridad con robos de baterías de autos”, destacó en declaraciones a la emisora LT10.
Robo a la sede vecinal
El punto más alarmante llegó en la noche del miércoles, cuando fue violentada la sede de la vecinal del barrio, ubicada justamentre sobre calle Esmeralda: “Rompieron la puerta justo al lado de la Comisaría 27º. Si le roban a la vecinal ubicada al lado de la comisaría, ¿qué podemos esperar el resto de los vecinos?”.
Los ladrones, que al parecer no estaban familiarizados con el lugar, abandonaron dos garrafas de 15 kilos listas para ser trasladadas, pero lograron llevarse dos quemadores, elementos fundamentales para que la vecinal pueda cocinar.
La indignación también apunta a la falta de presencia policial en la zona: “Patrullaje por la zona no hay, cuando llamamos a un móvil tarda en llegar media hora o una hora cuando está a cinco cuadras”, reclamó. Y lamentó: “Esta es la situación en un lugar que siempre fue muy tranquilo, donde los chicos siempre jugaron en la calle”.
Fuente,: UNO Santa Fe

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