En su tradicional columna Walter Ballesteros nos invita a recordar los inicios del Puerto Santa Fe.

Muchas fueron las personas que dedicaron su acción a cristalizar la idea de una estación fluvial efectiva en Santa Fe; sin embargo, va a ser durante el gobierno de Dn. Rodolfo Freyre que su ciudad natal contempla el nacimiento de la obra cumbre del gobierno provincial: el puerto de ultramar en la capital de la provincia. Esta obra de suma importancia definirá la visión y carácter de este estadista que “no escatimó esfuerzos ni sacrificios en las duras jornadas de su gobierno para llevar adelante las múltiples ideas de progreso” (13).

Inicialmente se pensó establecer el puerto de ultramar en Colastiné, pero la idea no prosperó en razón de chocar con dos grandes inconvenientes: una mala ruta de acceso y las frecuentes y grandes inundaciones. Las adversidades no amilanaron el espíritu del gobernador Freyre; por ello el logro y el afán fue el triunfo que coronó las grandes energías dedicadas al proyecto, conviniendo con el gobierno nacional, en el mes de octubre de 1903, la realización de tan esperada y fundamental obra.

Es así que con fecha 1º de julio de 1904 es firmado el convenio (16) entre el Poder Ejecutivo Nacional y el Provincial, especificando el mismo que la Nación toma a su cargo la mitad del costo de las obras, con obligación de la Provincia de atender algunos aspectos en el usufructo del puerto. La explotación por parte de la provincia se fija en cuarenta años y las obras son adjudicadas a la Empresa Dirks y Dates con intervención de la Dirección de Obras Hidráulicas.

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