Ismael Quilez, nació el 16
de noviembre
 de 1989 en Santa Fe. Ocho meses
más tarde, su familia llegaría, para quedarse definitivamente, a Barrio Chalet. Allí, comenzaría a gastar los primeros tapones del
botín. Hijo de padres changarines, llegó a pedir fiado al colectivero para ir a
entrenar; todo para cumplir un sueño: llegar a jugar en primera y en el club de
sus amores, Colon. En contacto con Fm Chalet 100.9, el actual lateral de
Quilmes recordó su vida en el barrio y sus comienzos en la institución sabalera. 

Ismael,
recuerda haber empezado este sueño de la mano de su abuela (materna) cuando decidió
anotarlo, con tan solo cuatro años, en la escuelita de fútbol en el club Colon:
“mi abuela vio que estaba todo el tiempo con la pelota, era una obsesión lo que
tenía. Y, me anotó, sin pensar  que
llegaría a conseguir algo,  solamente quería
verme divertir”.
De
 familia humilde, los Quilez. Los jefes
de la casa Carlos y Alejandra  y los
hermanos de Ismael: Marina (22), Paola (21), Lautaro (17) y Ludmila de (10),
fueron el sostén  fundamental. La mayoría
de las  veces, la plata faltaba: “con el
transcurrir del tiempo uno necesitaba botines, dinero para los pasajes, etc. Y
en ese tiempo no estaban a nuestro alcance. A veces necesitaba para ir a
entrenar un peso para el colectivo que no tenia, suena raro pero era nuestra
realidad.” En el barrio, lo conocían y eso valió la ayuda. “Mis vecinos siempre
me prestaban para el colectivo, sino le sacaba el pasaje a fiado al colectivero
que era del club”. Sus padres, eran changarines y no siempre contaban con el
dinero para darle de comer a sus hijos. La palabra sacrificio comenzaría a ser
parte de los Quilez: “antes, con un peso, vos comprabas una leche y pan, pero
mis hermanos me lo daban a mí para que pueda ir a practicar. Esto significada,
para ellos, no comer”. Esto fue, lo que por mucho tiempo, le daría fuerzas para
seguir. Aquello, que comenzó como un juego ya era parte de su vida: jugar al fútbol.
Parecía
que el sueño de Ismael estaba cerca. Siguió jugando en el Club Atlético Colon.
En  2007, fue el jugador destacado de las
inferiores  por la Asociación Futbol Argentino
(AFA). Y, no solo eso, el 15
de noviembre
 de 2010 fue convocado por el entrenador de la selección argentina de fútbolSergio
Batista
, para disputar un partido
amistoso contra la selección de Uruguay en el Estadio Ciudad de La Plata. En 2011 lograría la Copa
Chaco
: “es el sueño de cualquier chico, vestir la camiseta de
argentina”. Ese mismo año, debutaría  en
primera con la camiseta del club de sus amores, Colon: “veía muy lejos llegar a
primera, cuando me tocó, me tembló todo. Sentí  muchos nervios, era lo que yo quería, pero en
ese momento era una gran responsabilidad, no quería sentirme culpable de nada.
Era defender los colores que yo amaba”. A la vez-recuerda- sentirse “inmensamente
feliz, valió la pena el sacrificio de toda la familia”.
Del
mismo modo, apenas cobró el primer sueldo, decidió alquilar una casa a sus
padres,  para que vivieran mejor. Eso sí,
con una condición, sin abandonar Barrio Chalet: “nací en el barrio, es muy difícil
irse. Además soy un pibe de barrio” y
se pregunta“porque voy a tener que
vivir en el centro, si bien uno busca “seguridad”, hoy en día, ningún barrio te
la puede garantizar”.
Actualmente,
se encuentra en la ciudad de Buenos Aires. Allí, continua su carrera futbolística
en el Club Atlético Quilmes, luego de haber jugado 3 años con la camiseta de
Colon: “extraño Santa Fe, acá es todo muy diferente. Extraño la tranquilidad
del barrio, poder dormir una siesta, la gente 
es muy diferente. Gracias a dios, me tocó venir a Buenos Aires y no ir más
lejos. Igualmente, nunca sabemos que nos depara el destino. No hay que bajar
los brazos por más vencido que nos creamos. No debemos, dejar de luchar para
alcanzar lo que queremos. Debemos intentar superarnos  y demostrar, a los demás, que se puede. Y el mensaje final, digno de un pibe
de “primera”-concluyó- Además, si yo pude. Puede cualquiera”.
Audio:
Ismael Quilez

Comenta sobre esta publicación