Fue un domingo negro para dos matrimonios de jubilados que resultaron blanco de violentos asaltos, en Sauce VIejo y en barrio Candioti.

Por Danilo Chiapello 

* El primero de los hechos ocurrió en Sauce Viejo, más precisamente en un inmueble de Pte Julio Roca al 9600.

En dicho lugar se encontraban entregados al reposo Miguel (66) y su esposa Liliana (65) cuando despertaron sobresaltados por los ladridos de su perro. Sin saberlo, comenzaba una pesadilla.

Al salir para averiguar qué estaba pasando, el esposo es sorprendido por dos desconocidos que lo atacaron.

Mediante amenazas y a los empujones el dueño de casa fue obligado a ingresar al inmueble donde vino lo peor. Es que uno de los rufianes con la culata de un arma de fuego lo golpeó en su cabeza, para luego maniatarlo. Mientras, el otro ladrón mantenía a raya a la esposa.

Los ladrones sustrajeron algo de dinero en efectivo y no conformes con ello se llevaron también los vehículos de los esposos (un Peugeot 301 y un Ford K), con los que finalmente fugaron.

Una vez que las víctimas se liberaron dieron conocimiento de lo ocurrido a la policía que de inmediato montó un operativo de búsqueda.

Poco después agentes que patrullaban la jurisdicción divisaron el Peugeot 301, el que estaba abandonado en la zona de Mosconi 4800 de Santo Tomé. El rodado en cuestión tenía la llave de contacto puesta.

Se procedió al secuestro del rodado y se comunicó lo acontecido al fiscal en turno, doctor Ceccini quien dispuso que todas las actuaciones sean elevadas a la PDI.

En barrio Candioti

A su vez otro matrimonio de jubilados terminó su jornada de domingo de la peor manera.

Eran cerca de las 20 cuando los esposos (de 76 y 79 años) llegaron a su vivienda ubicada en la zona de Iturraspe al 2000, esto es, en barrio Candioti.

Cuando pretendían ingresar su automóvil observaron que el portón del garaje estaba abierto. Pero ni bien el hombre se acercó, fue agarrado por tres sujetos que se encontraban en el interior del inmueble.

Los malvivientes esperaron a que la mujer también ingresara a la casa y en cuestión de segundos redujeron a ambos.

Mediante amenazas los rufianes se hicieron de algo de dinero y finalmente escaparon del lugar, previo dejar al dueño de casa maniatado y a su esposa encerrada en una habitación.

Fuente: El Litoral

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