Nada es inalcanzable en este mundo, ni siquiera para este ingenioso can, que se las arregló para darse un banquete en colaboración con un insólito compinche.

Querer es poder. El perrito de este video se las apaña para conseguir un manjar inalcanzable, ‘confabulándose’ para ello con un gallo, un socio impensable en cualquier otra circunstancia.

Con las patas traseras encima del ave de corral, que permanece inmóvil sobre un tocón, el perro se apoya sobre la mesa y da buena cuenta la comida, mientras dos ‘cómplices’ vigilan junto al mueble.

 

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