Diego Schwartzman se retiró de Roland Garros envuelto en palmas. Las del público en la cancha central y la de Rafael Nadal, quien reconoció el esfuerzo y el tenis, del argentino que ya es top 10. Peque venía de ganarle en el Abierto de Roma y le jugó de igual a igual, pero esta vez no hubo caso contra un español implacable, que se metió en su 13ava final de Rolanga sin ceder un set en todo el torneo. Fue triunfo 6-3, 6-3 y 7-6(0) para Rafa, que ahora espera por Djokovic o Tsitsipás.

Partido muy parejo en el arranque, con Schwartzman tomando la iniciativa para no dejar crecer a Nadal. Tuvo sus primeras chances de break ya en el primer game, que duró 14 minutos, pero Rafa sostuvo y después se quedó con el saque del argentino. Diego recuperó pero otra vez apretó el español para ponerse 3-1 arriba y, aunque palo y palo, lo terminó cerrando 6-3.

Nadal sacó ventaja de arranque otra vez en el segundo set. Schwartzman tuvo su chance de volver en el sexto game, cuando lo tuvo 30-0 a favor con el saque de Rafa, pero hiló un par de errores caros y el español lo cerró con un drop magnífico. Luego vino un nuevo break, game y 6-3 para ponerse 2-0 arriba.

Con el partido cuesta arriba, el tercer set arrancó redundante para el argentino. Nadal aprovechó su momento más flojo para sacar ventaja 3-1 con break a favor, pero ahí apareció el corazón de Schwartzman. Y también su mejor tenis.

Peque siguió batallando, le metió dos quiebres seguidos al servicio del español y remontó para empatarlo 4-4. Agrandado, el argentino mantuvo 5-5 con el mejor punto del partido y, aunque no logró concretarlo, tuvo triple break point para ponerse 6-5 arriba. Schwartzman ganó su saque 40-15 con otro puntaje, que provocó las palmas de Rafa y se fueron al tie break.

Nadal sacó ventaja rápido con un error no forzado del Peque y le quebró dos veces para ponerse 3-0. Pudo descontar Schwartzman pero dejó una volea servida en la red con el saque del español, que olió sangre y liquidó 6-0.

Cuarta final consecutiva y la número 13 para el más ganador de la historia sobre polvo de ladrillo, que no dejó escapar ni un parcial hasta acá. Gran torneo para el Peque, que dejó Roland Garros con la cabeza en alto y ya instalado en la mesa chica del mejor tenis del mundo.

Con información de Olé

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