Desde hace más de un mes, la quema de pastizales son un problema recurrente en la ciudad de Santa Fe y la región.

Este viernes la preocupante situación quedó aún mas en evidencia, ya que la capital provincial estuvo prácticamente todo el día bajo humo.Además de afectar la visibilidad, el olor que trajo aparejado perjudicó a los vecinos de la ciudad (dificultades respiratorias, irritación de los ojos, etc.).

Los focos ígneos en la zona de bañados tienen trabajando prácticamente sin descanso a bomberos y brigadistas. El panorama, hasta el momento, parece no tener control.

Por otra parte, no es menor el efecto nocivo que son estas prácticas para el medio ambiente. La flora y la fauna que allí habitan se encuentran en peligro. Incluso, en algunas oportunidades, las llamas se generan cerca de lugares habitados.

 

Con información de El Litoral

 

Comenta sobre esta publicación