Desde siempre los clubes de la Liga Santafesina de Fútbol fueron sinónimo de esfuerzo y humildad. Y encima ahora la inseguridad se ha sumado como un nuevo padecimiento.

Esto es lo que pasó en el Club Atlético Las Flores II y en Newell‘s Old Boys de barrio Roma, entidades que en las últimas horas fueron golpeadas por la delincuencia.

Sin piedad por los chicos

En la noche del lunes, autores ignorados ingresaron al Club Atlético Las Flores II, entidad ubicada en Ayacucho al 4500.

“Entraron por la parte nueva donde construimos los vestuarios. Llamó la atención que destruyeron un portón de grandes dimensiones. Utilizaron cortafierros y otras herramientas”, dijo Alberto Garay, presidente de la institución.

“Se llevaron 5 inodoros, 2 piletas, una batería del tractor, elementos deportivos como pelotas, pecheras, conos para prácticas, en fin… todo lo que utilizamos acá”, agregó.

Pero lo más llamativo es que pocas horas después, en la madrugada del martes, los malvivientes intentaron volver a entrar. “Por suerte no lo lograron”, sostuvo.

“Ahora no sabemos cómo arrancar con el torneo. Porque no es solamente reponer los elementos que nos robaron. Hay que llamar a un herrero, un albañil y todo lo demás. Y la situación económica de los clubes barriales es difícil. Estamos esperando una ayuda del gobierno y de la gente que pueda colaborar. Tenemos que dejar los vestuarios en condiciones para poder arrancar el torneo”, culminó.

Caja fuerte

Otro que no la pasó nada bien fue el club Newell’s Old Boys de barrio Roma, que en la madrugada del sábado también recibió la “visita” de los amigos de lo ajeno.

“Encontramos la reja de la secretaría y la puerta violentada con barretas. Allí teníamos indumentaria para hacer deportes que se robaron. También abrieron una caja fuerte y se llevaron unos 50 mil pesos que teníamos para pagar servicios y a los profesores de la colonia”, indicó Miguel Cantero, vicepresidente de la entidad.

“Hicimos la denuncia pero hasta el momento no pudimos recuperar nada. No es la primera vez que nos entran. Ya nos robaron máquinas de cortar césped; también las pelotas profesionales que te exige la liga”.

Por último sostuvo que “en este momento más de 300 chicos vieron afectada su actividad aunque, pese a todo, seguimos funcionando”, cerró.

Fuente. El Litoral

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