La dolarización argentina es el transcurso monetario a través del cual el país renunciaría a la autoridad en términos de política monetaria y cambiaria, resignando la autonomía del BCRA y consecuentemente la emisión monetaria. No hay opción. Desde ese momento, el sometimiento a la Reserva Federal sería absoluto, esto es: no se podría devaluar para mejorar la competitividad de las exportaciones y tampoco se podrían implementar políticas monetarias “contra cíclicas”, durante periodos contractivos. Nada sobre financiar un déficit fiscal transitorio con emisión monetaria, sino que habría que apelar al endeudamiento en todo tiempo. (Pablo Tigani, Dolarización, el nuevo viejo espejismo).

Entrevistamos al investigador, economista y politólogo argentino Pablo Tigani, sobre su publicación “Dolarización, el nuevo viejo espejismo”

¿Crees que se solucionarían las cosas si se dolariza el país?

“Es otro espejismo, hay un foco ideológico que lo plantea, porque coincide perfectamente con sus necesidades, o con lo es interesante para cualquiera de los que tienen su mente colonizada, a los que les interesa poco la patria, la soberanía, los intereses nacionales, los intereses populares. Para poder dolarizar hay que renunciar a la soberanía de la moneda, es decir, el país tiene que dejar de tener moneda propia, tiene que dejar de tener Banco Central propio y debe someterse a la Reserva Federal de los Estados Unidos, la política monetaria que ellos hagan es la que nosotros tendremos. No pueden hacer políticas contra cíclicas, es decir, en general cuando hay una recesión, el Banco Central baja la tasa de interés y expande moneda, que permite un período transitorio con el objeto de que se reactive la economía, y después puede contraer de vuelta esa moneda. Entonces es uno de los dos instrumentos más importantes que tiene la política macroeconómica para evitar un ciclo recesivo, pero no están interesados quienes plantean eso porque lo que quieren es recesión, la recesión también es funcional a la concentración, es funcional a la pobreza, es funcional a la necesidad permanente de financiamiento, lo mismo que la dolarización. Si uno se dolariza y no puede emitir para evitar un déficit qué tiene que hacer, tiene que pedir prestado, y como el país tiene límites, hoy para pedir prestado directamente no hay ni siquiera algo como para pensar. Tenemos que empezar a hacer algo que es importante: cuando alguien propone, hay que fijarse quién es el que propone, ¿Es un investigador científico? ¿Es un académico? o es Milei que es un tipo que hizo un posgrado y grita mucho y levanta el rating de los programas? Entonces no es interesante, ahora si lo plantea Espert de pronto, que es doctor en economía de una universidad de ultra derecha, uno puede discutir ideológicamente y seguramente el lo podrá sustentar aunque no pueda decir los secretos inconfesables que tiene, que es lo que acabo de desvelar, los secretos inconfesables de qué es una dolarización y cómo somete al país, y como esto es funcional a aquellos que tienen colonizada la mente y quieren ver una bandera de Estados Unidos flameando en Plaza de Mayo.”

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