60 minions coloridos en escenarios enclences que ponen a prueba la paciencia. Y un solo requisito: nunca dejarse venir abajo.

“The name of the game is the game”, solía afirmar Peter Main, vicepresidente ejecutivo de márketing de Nintendo América entre fines de los ’80 y principios de los ’90. Basta con recordar los títulos icónicos de esa generación para entender el punto: Mortal KombatStreet FighterStreets of Rage. El nombre del juego era el juego. Fall Guys, como dice su título, es un videojuego sobre ¿criaturas? que se caen al vacío. Pero con una excepción: el último en quedar en pie se lleva la corona.

Nuestro personaje, que parece un minion, compite contra otros 59 pendorchos coloridos por ser el último en quedar en pie. Tenemos brazos, piernas y disfraces que se pueden cambiar a medida que se sube de nivel, o se pueden comprar. Pero que no influyen en nada en la mecánica del juego, que ya de por sí es muy sencilla.

Solo hay cuatro movimientos: caminar, saltar, agarrar y tirarse de palomita. Nuestra misión es superar cinco niveles en los que sucesivamente se elimina un tercio de los jugadores. Una eliminación, una caída del mapa y estás fuera. A empezar todo desde el principio.

Cada derrota es un bajón

Los niveles a superar son escenarios complejos en los cuales hay que seguir un patrón repetitivo mientras se corre contra otros 59 jugadores intentando hacer lo mismo. A veces es una carrera de obstáculos, otras es una lucha en equipos para meter pelotas en arcos gigantes y hasta en algunos escenarios hay juegos que implican usar la memoria.

La sencillez y la repetición son las claves del juego. Durante cada competencia, los niveles de dopamina se disparan al techo: el cuerpo está tensionado, los sentidos afiladísimos, el cronómetro es una espada de Damocles sobre nuestro sistema nervioso central.

Cada derrota es un bajón, sólo superado por el rush que implica volver a jugar. A medida que se avanza en el juego, se van conociendo casi todos los escenarios y se van aprendiendo trucos para lograr mejores rendimientos en cada uno.

Por último está el componente corporal. El personaje que manejamos, al intentar hacer lo mismo que otros 59, muchas veces se encuentra en situaciones tipo embudo: con muchos jugadores intentando pasar por el mismo punto. Lejos de ser una falencia del juego, es una virtud pues dispara en nuestro cerebro esa misma señal de apretón que sentimos al bajar en la estación Pellegrini de la línea B un martes a las 9 de la mañana.

Jugar Fall Guys es, en pocas palabras, adictivo.

“The name of the game is the game”, solía afirmar Peter Main, vicepresidente ejecutivo de márketing de Nintendo América entre fines de los ’80 y principios de los ’90. Basta con recordar los títulos icónicos de esa generación para entender el punto: Mortal KombatStreet FighterStreets of Rage. El nombre del juego era el juego. Fall Guys, como dice su título, es un videojuego sobre ¿criaturas? que se caen al vacío. Pero con una excepción: el último en quedar en pie se lleva la corona.

Nuestro personaje, que parece un minion, compite contra otros 59 pendorchos coloridos por ser el último en quedar en pie. Tenemos brazos, piernas y disfraces que se pueden cambiar a medida que se sube de nivel, o se pueden comprar. Pero que no influyen en nada en la mecánica del juego, que ya de por sí es muy sencilla.

Solo hay cuatro movimientos: caminar, saltar, agarrar y tirarse de palomita. Nuestra misión es superar cinco niveles en los que sucesivamente se elimina un tercio de los jugadores. Una eliminación, una caída del mapa y estás fuera. A empezar todo desde el principio.

Cada derrota es un bajón

Los niveles a superar son escenarios complejos en los cuales hay que seguir un patrón repetitivo mientras se corre contra otros 59 jugadores intentando hacer lo mismo. A veces es una carrera de obstáculos, otras es una lucha en equipos para meter pelotas en arcos gigantes y hasta en algunos escenarios hay juegos que implican usar la memoria.

La sencillez y la repetición son las claves del juego. Durante cada competencia, los niveles de dopamina se disparan al techo: el cuerpo está tensionado, los sentidos afiladísimos, el cronómetro es una espada de Damocles sobre nuestro sistema nervioso central.

Cada derrota es un bajón, sólo superado por el rush que implica volver a jugar. A medida que se avanza en el juego, se van conociendo casi todos los escenarios y se van aprendiendo trucos para lograr mejores rendimientos en cada uno.

Por último está el componente corporal. El personaje que manejamos, al intentar hacer lo mismo que otros 59, muchas veces se encuentra en situaciones tipo embudo: con muchos jugadores intentando pasar por el mismo punto. Lejos de ser una falencia del juego, es una virtud pues dispara en nuestro cerebro esa misma señal de apretón que sentimos al bajar en la estación Pellegrini de la línea B un martes a las 9 de la mañana.

Jugar Fall Guys es, en pocas palabras, adictivo.

Una corona para gobernarlos a todos

Pero esto de por sí no explicaría el éxito arrasador que viene demostrando el juego. Si usamos como parámetro de popularidad la cantidad de viewers que tiene el juego en la plataforma Twitch, podemos sostener que es el juego más popular del momento.

La cantidad de usuarios viendo al mismo tiempo gameplays del juego suele oscilar entre los 150 mil y 300 mil, dejando atrás a todos los tanques como FortniteCS:GOLeague of LegendsGTA V o Call of Duty. Incluso superando la categoría Just Chatting, la de mayor crecimiento en lo que va de la pandemia.

El hecho de estar disponible gratis para los jugadores de PS4, implica contar con un caudal extra, como pasó con los casos de Fortnite y Call of Duty: Warzone. Para PC, hoy se consigue en Steam a $720.

Además, la sencillez del juego es abrumadora. Quienes se sientan oxidados por años de no tocar un videojuego no teman: si de chicos jugaron un poco al Super Mario Bros, al Sonic o al ¿Tetris?, no van a tardar más de dos minutos en sentirse expertos, con la chance de ganar la ansiada corona.

Fall Guys es un juego para todas y todos: desde jugadores hardcore a neófitos. Y un tip: si tenés la suerte de estar con compañía, la experiencia positiva del juego se multiplica exponencialmente.

Pero tampoco nos engañemos. Fall Guys no va a revolucionar la industria y lo más probable es que sea una moda pasajera como tantas otras. Sin embargo, eso no quita que sea un juego excelente.

Si no jugás Fall Guys no te perdés de absolutamente nada. Ahora, si te enganchás un rato puede ser un paliativo increíble para esta situación de pandemia, encierro y sala de ensayo. En definitiva, Fall Guys es como una versión multijugador del Mario Party, pero rodeado de millones de jugadores onlineUn videojuego interminable para días interminables.

Fuente: Página12

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