Las subas de TGI no podrán superar el 63% anual. Habrá aumentos de DReI en casi todos los rubros, menos en comercio en general, farmacias, gastronómicos y supermercados. Los que aportarán más serán los bancos, financieras , armas, telefonía e internet.

Tras un intenso pero breve debate en parlamentarias, el presupuesto 2020, es decir la proyección de gastos y recursos que hizo el intendente Emilio Jatón para este año, fue aprobada por unanimidad por el Concejo Municipal, este lunes por la tarde en sesión extraordinaria.

Sobre un monto total de 10.500 millones de pesos, se establece un déficit de $ 1.300 millones. Para su elaboración se tomaron las mismas variables que el presupuesto provincial, con salarios de 2019. Y se declaró al municipio santafesino en emergencia financiera.

Además, le dieron el visto bueno a la Reforma Tributaria, pero con disidencias y modificaciones al proyecto original que envió el Ejecutivo. Una de ellos es que se fijó un techo para este año del 63% para aumentos de TGI, aunque se aprobó la ampliación de los topes trimestrales de incremento para los barrios de clase media, que ahora subirán del 8%, al 15, el 17 y el 20%, según la zona inmobiliaria.

De este modo, las subas por zona no podrán superar: el 63% en la zona que tiene el tope del 20 %; el 58% en la del 17%, el 54 % en la del 15%, y el 36% en el resto de la ciudad.

Solo dos concejales de UCR-Cambiemos -Carlos Pereira e Inés Larriera- no dieron su apoyo en la votación general a los incrementos tributarios. Por su parte, los ediles del PJ votaron en contra el artículo N° 2, el que establece los cambios de topes trimestrales, y también el que modifica el art. N° 39 de la Ordenanza 7.882, el Régimen de Infracciones y Penalidades. Sebastián Pignata, que ahora integra el Frente Renovador – Juntos, se abstuvo.

Si bien desde el bloque radical de Juntos Por el Cambio, que integra junto a Inés Larriera, se acompañó el proyecto de Presupuesto “porque entendemos que un intendente que está recién llegando tiene derecho a marcar las pautas de su plan de gobierno y cómo se deben invertir los recursos”, se votó en contra de la reforma tributaria propuesta porque entendió que “se está transitando un camino equivocado: se está aumentando la presión tributaria sobre un conjunto de actividades productivas, entre las que están la totalidad de la industria, ferias, mayoristas, sectores inmobiliarios, servicios de telefonía e internet, etc., que modifica la estructura tributaria de la ciudad”.

 

En ese sentido, consideró: “Desconocemos el impacto que esto va a tener a la hora de sostener y generar nuevos puestos de trabajo, tan necesarios en este momento. Creemos que se debería ser más cauteloso”. En ese punto, explicó que se trata de un tributo “que sube de por sí al compás de la inflación. Nosotros creemos que son impuestos que hay que ir bajando, y de hecho hasta el año pasado en algunas actividades, como industria y gastronomía, fuimos reduciendo el DReI”.

Antes de iniciar la sesión extraordinaria, el concejal Juan José Saleme (PJ) expresó que se trabajó mucho en corto tiempo para darle al intendente la herramienta del presupuesto y la reforma tributaria” aunque aclaró que “no en los términos que lo había planteado porque eran aumentos indiscriminados y masivos para todos, un ‘todos pagan’ que nosotros no podíamos admitir de ninguna forma y fue donde más trabada estuvo la discusión”, por eso se modificaron los topes de la Tasa y los aumentos de DReI.

Vamos a estar acompañando el presupuesto, la moratoria y, parcialmente, la tributaria; no vamos a acompañar TGI porque proponía aumentos escalonados en diferentes zonas, algunos que llegaban cerca del cien por ciento, que ningún bolsillo de ningún santafesino está hoy en condiciones de asumir y no hubo tiempo de discutir con la comunidad, por ejemplo, las vecinales”.

Por su parte, el edil oficialista Julio Garibaldi hizo hincapié en la nueva impronta de la actual gestión municipal: “Emilio dijo que desde el primer día iba a apostar a lo social y este presupuesto así lo indica, hay una fuerte inversión en lo social en Santa Fe, con un plan integral que incluye 49 programas para revertir todas las desigualdades que tiene la ciudad”.

Remarcó que hubo “pequeñas modificaciones en el presupuesto original como la incorporación de barrios para realizar obras, también obras particulares específicas que surgieron a partir del diálogo y la escucha. Lo que más modificaciones tuvo a partir de esta escucha es quizás la ordenanza tributaria, poniendo topes a los aumentos de la TGI para que no excedan lo que es la inflación, así como también modificando el DReI, donde hay determinados rubros que no se modifican, que se mantienen inalterables y aquellos que mayor capacidad contributiva tienen son a los que les pide mayor colaboración para poder llevar adelante el presupuesto, que apunta fuertemente a lo social”.

A su vez, puso énfasis en el déficit que debe afrontar la actual gestión: “Somos un municipio cada vez con más responsabilidades pero cada vez con menos recursos. En el año 2015, el 41% de los fondos del presupuesto municipal provenían de tributos municipales; ahora estamos en un 35. Es decir, ha caído mucho y depende de otros niveles de gobierno. Queremos tener un municipio que funcione, que preste los servicios básicos, que esté a la altura de las circunstancias porque los tiempos así lo ameritan”.

Finalmente, se introdujeron cambios a la propuesta original del Ejecutivo de aumentar las alícuotas del Derecho de Registro e Inspección, sólo en algunos rubros económicos.

Así, el comercio en general, las farmacias, los gastronómicos y los supermercados seguirán no tendrán incrementos, en tanto que los que más subas tendrán serán bancos, financieras, armas, telefonía e internet.

La industria y la construcción subirán de 4,5 a 5, lo que implica un aumento del 11,1%. En tanto, radio y TV y confiterías bailables suben un punto (de 6 a 7, 16,7%); servicios fúnebres de 7,6 a 10, pero la intención del Ejecutivo era llevarlo a 13; grandes superficies de supermercados, de 15 a 18 (20% más); inmobiliarias e intermediarios, de 18 a 20, pero proponían 22; armas, telefonía fija y celular e internet, de 20 a 35 (75%); empresas de publicidad de 18 a 22 (22,2%); bancos y financieras de 45 y 35 respectivamente, a 60, 10 más de lo que pedía el Ejecutivo.

Respecto al artículo más sensible de la ordenanza tributaria, el que propone aumento de las alícuotas, se abstuvieron Carlos Suárez, Luciana Ceresola, Sebastián Mastropaolo (Cambiemos) y Sebastián Pignata.

 

Con información de El Litoral

 

 

 

 

 

 

 

 

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