El lunes 28 de mayo comenzó la Marcha Federal por Pan y Trabajo impulsada por los Movimientos Populares que termina el 1 de junio en Buenos Aires.

Nos comunicamos con Gildo Onorato, integrante de la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) y Secretario de Políticas Sociales del Movimiento Evita.

“La marcha viene con mucha fuerza desde la periferia expresando la problemática de los sectores más humildes. Teniendo en cuenta las dificultades estructurales que tenemos en Argentina y que en las últimas semanas ha empeorado y tenemos en el horizonte un ajuste y un acuerdo con el FMI que va a profundizar estas problemáticas.

La economía popular es aquella que generan los propios trabajadores para aquellas personas que no tiene un marco institucional que lo sustente. Hay un proceso de descarte, donde el mercado laboral ni el Estado tienen la capacidad de absorber a un montón de laburantes que tienen que inventarse su laburo. Nosotros vemos que esto está creciendo por el avance de la tecnología, de la informática y por la capacidad de las empresas de generar ganancia sin generar trabajo. Y lamentablemente vemos que la situación macroeconómica va imposibilitando condiciones para generar igualdad y equidad. Y en este marco la economía popular empieza a ser una forma de sobrevivencia. El vínculo patrón asalariado ya no es la principal relación social, si no que hay trabajadores por cuenta propia, trabajadores que se inventan su trabajo que desde la precariedad empiezan a organizarse.

Las mediciones de baja de la pobreza que el gobierno dio a conocer son del segundo semestre del año pasado donde hubo un repunte de algunas áreas como la metalmecánica, los servicios, las grandes obras de construcción, todos sectores que no involucran a los más humildes. Y las próximas mediciones van a ser profundamente malas teniendo en cuenta lo que ha sucedido desde fin de año hasta acá con la devaluación, el aumento de la canasta básica, con la pérdida del poder adquisitivo del salario, y con algo que es fundamental para los sectores populares que es la ausencia de changas para afrontar los gastos cotidianos. Teniendo en cuenta que es un sector que principalmente la inmensa mayoría de sus ingresos los destina a la compra de alimentos.

Los movimientos populares más Caritas tenemos un registro de  casi  1 millón de pibes y pibas que son alimentados en comedores populares. Los alimentos a los que accedemos principalmente son alimentos secos, harinas, grasas, que no tienen el componente nutricional para que esos pibes puedan afrontar la vida en situaciones de igualdad. Y el gobierno no aborda estos temas concretos. Por eso una de las propuestas de la marcha es la emergencia alimentaria.

Además del reclamo tenemos como propuesta un paquete de 5 leyes: la emergencia alimentaria, una ley de integración urbana que ya se está tratando, para resolver el tema del hábitat de los barrios populares, una ley de infraestructura urbana para que se destinen recursos de la obra pública a la infraestructura de estos barrios con trabajo cooperativo, una ley que aborde el consumo problemático y las adicciones, y una ley que aborde la problemática de la agricultura familiar para que los pequeños productores puedan tener acceso a subsidios, créditos y a tierras, con circuitos de comercialización. Es un paquete de leyes importantes, pero sabemos que es un paliativo en la medida que el gobierno sostenga este rumbo macroeconómico de destrucción del tejido social.”

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