Debido a los continuos reclamos de los vecinos sobre irregularidades en la venta de bebidas alcohólicas y al descontrol nocturno que venian soportando de parte de un kiosco 24hs, la Municipalidad decidió clausurarlo y efecturar el decomiso de las bebidas.

La Policía y Municipalidad, con orden del Ministerio Público de la Acusación (MPA), allanaron un comercio y decomisaron bebidas alcohólicas e incluso clausuraron un kiosco que no estaba habilitado para funcionar como tal. Es que en ese lugar se expendía gran parte de lo que consumían las personas que noche tras noche protagonizan encuentros callejeros que afectan la convivencia en Las Flores.

Estos operativos conjuntos fueron producto del reclamo de los vecinos de Las Flores, a quienes hace tiempo las noches se las transformaron en calvario. A tal punto que salieron a manifestarse por el descontrol nocturno, la venta de alcohol y la música a todo volumen sonando desde los vehículos. Aseguraban, en una marcha protagonizada la semana pasada, que la situación se agravó en tiempos de pandemia y sostenían que de lunes a lunes viven “un calvario permanente”. Por esto, vecinos de la zona cortaron calles y prendieron fuego neumáticos hartos de la situación.

El director ejecutivo de Actividades, Vía pública y Transporte, Guillermo Álvarez de la ciudad de Santa Fe, relató lo siguiente sobre el procedimiento de hoy en Las Flores: “En Regimiento 12 de Infantería al 4200, clausuramos un kiosco que no tenía habilitación municipal. En su momento ya se había realizado la clausura por parte del municipio, esta clausura fue violada en reiteradas ocasiones. Y ahora en los últimos fines de semana, se empezó a generar un problema en la zona en cuanto al funcionamiento del kiosco que estaba generando descontrol y desorden los fines de semana, de jueves a domingo, sobre todo por la venta de bebidas alcohólicas. Hay una ordenanza que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas después de las 12 de la noche, hasta las 6 de la mañana. Y bueno, no estaban dando cumplimiento a esta ordenanza”.

“Este es un tema que viene desde hace bastante tiempo –agregó. Desde el municipio veíamos que se estaban generando inconvenientes en la zona, por lo cual le solicitamos desde la Secretaría de Control al Fiscal Municipal que se pueda ampliar la denuncia en el MPA a los fines de conseguir una orden de allanamiento y proceder al decomiso de toda la mercadería de este comercio no habilitado por el municipio”.

En ese punto, el funcionario municipal detalló: “En el día de la fecha estamos haciendo junto a la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y junto a personal de la Secretaría de Control, más precisamente con la Dirección de Control y la Guardia de Seguridad Institucional (GSI) el decomiso correspondiente, estamos empezando con la bebida alcohólica y seguiremos con los productos no perecederos del local no habilitado”.

“El municipio advirtió esta situación antes del corte de calle el día lunes pasado, cuando los vecinos hartos de los inconvenientes generados por los kioscos de la zona manifestaron su malestar y bueno, nosotros el día viernes anterior a esta manifestación habíamos ampliado la denuncia en el MPA y el MPA se comunicó con el municipio y pudimos articular este procedimiento de decomiso en el lugar a los fines de empezar a ordenar un poco la situación y lograr un poco de calma en la zona y mejorar la situación ante el pedido de los vecinos”, explicó Álvarez.

Las Flores II es una “miniciudad” dentro de Santa Fe, un barrio con una idiosincrasia propia y con un movimiento muy especial, donde los vecinos coexisten con la impronta y la particularidad de los espacios compartidos dentro de las estructuras habitacionales de viviendas en monoblocks. “Durante años existieron códigos de convivencia, pero en los últimos años, esos códigos sociales se fueron perdiendo por múltiples razones”, comentaron los vecinos.

Regimiento 12 de Infantería es la calle principal del barrio Las Flores II, con su ingreso principal en Peñaloza y cruzando hasta Blas Parera, convirtiéndose en Millán Medina. Justamente en esa arteria, en las primeras cuadras de entrada al barrio, es donde en el último tiempo se desataron los mayores conflictos de convivencia con la proliferación de diversos comercios.

“Esta es una lucha entre los vecinos. Todas las noches denunciamos la presencia de cientos de jóvenes tomando alcohol, escuchando música a todo volumen en los autos y utilizando de baño los pasillos y las paredes de las casas del barrio”, contó Antonio, un vecino con más de 39 años en el barrio.

Con información de UNO Santa Fe

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