Tren Urbano dialogó con Eduardo Donza del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, que acaba de publicar el informe Heterogeneidad y fragmentación del mercado de trabajo (2010-2018).

“La particularidad es la precarización general en el mercado de trabajo desde hace varias décadas, y en la coyuntura 2017-2018 eso tuvo un leve empeoramiento. Esto viene asociado a una estructura productiva muy desigual y que tiene un sector informal de la economía muy desarrollado. La mitad de los trabajadores ocupados trabajan en el sector informal que tiene una baja productividad y que paga pocos salarios. En algunos casos extremos, porque el sector informal es muy heterogéneo, también se presentan personas que al no conseguir trabajo asalariado se generan ellos mismos un trabajo: cartoneros, vendedores ambulantes, trapitos, etc.”

“Hay muchas personas que están quedando en la periferia del escenario laboral y con riesgo de que en esta periferia queden cada vez más excluidos porque no es que están un tiempo en este sector informal y luego vuelven al sector formal. Muchos no estuvieron nunca en el sector formal de la economía y posiblemente nunca lo estén porque cada vez están más lejos, tienen menos niveles de capacitación en el caso de que se generen empleos en el sector formal.”

El propio estado emplea trabajadores en situación precarizada. Se hace pasar una relación de cuenta propia por una relación laboral encubierta. Esto empezó en la década del 90 cuando era complejo que el estado tome trabajadores, entonces, muchos profesionales empezaron a trabajar con esa modalidad de contratación, que es una relación asalariada encubierta. Muchas empresas también lo hacen como forma de bajar los costos laborales.”

“Se dieron cambios no solo en el escenario laboral, sino en la faz productiva. Cierta lógica de las empresas de ganar competitividad, externalizaron parte del proceso productivo que antes se hacía al interior por trabajadores de la misma empresa, como por ejemplo la limpieza, la logística, la seguridad.”

“En el informe se va demostrando algo histórico, el mercado de trabajo femenino está más precarizado, así como el de los jóvenes. Hay algunas particularidades de las ramas de ocupación femenina, un poco más del 20% de las mujeres ocupadas trabajan en servicios en hogares, que es una rama de la actividad que presenta mucho no registro, sin aporte jubilatorio, aunque la tendencia es que va mejorando, históricamente el 95% era empleo no registrado.”

“En el trabajo femenino existe una segregación de tipo horizontal, lamentablemente tenemos trabajos que son eminentemente  femeninos y otros que son eminentemente  masculinos. Lo positivo para la igualdad sería que la sociedad haga un esfuerzo para que no estén automáticamente identificados trabajos femeninos y masculinos, por ejemplo el transporte automotor donde es muy baja la proporción de mujeres. Romper compartimientos estancos.”

“También hay una segregación vertical que impide muchas veces que las mujeres puedan llegar a puestos jerárquicos. Antes se hablaba de un “techo de cristal”, ahora de un “laberinto”, algunas mujeres llegan, pero les resulta más difícil.”

Para ver el informe: Heterogeneidad y fragmentación del mercado de trabajo

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