Una joven pareja y su hijita de 4 años quedaron en situación de calle luego que varios delincuentes los asaltaran, los golpearan y finalmente los obligaran a abandonar el lugar.

Por Danilo Chiapello

Horas desesperadas vive una joven pareja y su hijita luego que un grupo de malvivientes tomó por asalto su vivienda, robó sus pertenencias y no conforme con ello los amenazó para que abandonen el lugar.

La secuencia comenzó en la madrugada del jueves cuando dos individuos ingresaron a una humilde vivienda ubicada en Azcuénaga 1300, esto es, en barrio Guadalupe, en una zona a la que algunos aun denominan barrio Chaqueño.

En dicho inmueble (en rigor, un solo ambiente con baño) vive Sofía junto a su concubino y una pequeña de 4 años, quienes fueron sorprendidos cuando estaban durmiendo.

La peor parte la recibió el dueño de casa quien despertó cuando un hombre saltó sobre su cama y comenzó a golpearlo sin piedad.

“¡Te voy a castrar!” gritaba el delincuente mientras se apoderaba de un teléfono celular, una tablet y 200 pesos. A todo esto su compinche permanecía apostado en la puerta a modo de “campana”.

Pelea feroz
Pero en un momento del atraco la víctima logró hacerse de un cuchillo. Y lo que siguió fue una feroz pelea con el victimario a quien finalmente logró reducir y maniatarlo.

No obstante, ambos resultaron con heridas de consideración. El primero con un corte en la zona intercostal, y el intruso (un muchacho de 26 años) con una lesión de gravedad a la altura de la nuca.

Al advertir el curso de los hechos el otro malviviente se dio a la fuga. Por su parte Sofia aprovechó para llamar a la policía.

Cuando los uniformados arribaron al lugar pidieron una ambulancia para llevar al maleante hasta el hospital Cullen. En simultáneo trasladaron al dueño de casa hasta la seccional 8va. para que preste declaración.

Siguen las amenazas

Pero poco después los incidentes continuaron. Esto fue cuando allegados a los delincuentes reaparecieron en la finca de Azcuénaga al 1300 y lanzaron amenazas contra Sofia. En concreto le ordenaban que se vaya porque caso contrario iban a quemar el lugar.

Este jueves por la mañana algunos tenebrosos continuaban merodeando la vivienda y haciendo llegar mensajes amenazantes a quienes cuidaban las pocas pertenencias que quedaron a salvo. Mientras, Sofía y los suyos, iniciaron el duro peregrinar en busca de un nuevo domicilio.

Fuente: El Litoral

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