La mayor parte de la población cumple con el pedido de permanecer en su domicilio. La policía ajustó controles y se ve mayor movimiento en determinados horarios comerciales frente a supermercados o proveedores de alimentos.

Cumplidos los primeros diez días de aislamiento la ciudad regala imágenes de quietud y muy pocos sonidos. Tras los nervios iniciales de abastecimiento y provisión de elementos de limpieza, la comunidad ingresó en la quietud y el respeto de las consignas principales: quedarte en casa, aislamiento, limpieza y evitar el pánico.

No se distingue el sábado del martes y se puede observar que se intensifican controles en la noche para evitar que la gente se desplace por la ciudad.

Los espacios públicos están siendo ganados por la naturaleza y muchos pájaros encuentran en esa quietud la posibilidad de disfrutar de plazas y paseos.

Tras la confirmación de un caso positivo de Covid 19 en Esperanza el alerta se extendió a toda la comunidad y las medidas preventivas se profundizaron. Si bien se notificaron casos sospechosos, por el momento no se observó un aumento de esos números oficiales.

No existe desabastecimiento y sí faltantes de alcohol. El municipio mantuvo el horario de apertura de comercios tal como lo fija el decreto nacional y son 13 las horas de amplitud, para evitar que la gente se agolpe en los centros comerciales.

 

Ya es normal observar colas en las veredas de los comercios ya sea de alimentos como farmacias o productos de limpieza.

No hay mucho tránsito en horarios no comerciales y se mantienen los controles en las rutas de la región. En los últimos días con el adelantamiento del pago de algunos subsidios se observó con preocupación largas colas en cajeros automáticos.

La ciudad muestra su adaptación a tiempos de aislamiento social, preventivo y obligatorio y lo compartimos con algunas imágenes en una recorrida por el centro.

Con información de Esperanza Día x Día

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