Juan Aveiro, de 53 años, fue condenado a la pena de 9 años y 6 meses de prisión efectiva por abusar sexualmente de internos con discapacidad entre 2010 y 2018. Además, el religioso aceptó los delitos de “tenencia de material pornográfico infantil y ofrecimiento y facilitamiento de pornografía infantil”.

Un religioso de la comunidad católica del Pequeño Cottolengo “Don Orione”, de la localidad santafesina de General Lagos, fue condenado hoy a nueve años y medio de prisión por abusar sexualmente de internos con discapacidad entre 2010 y 2018, informaron hoy fuentes judiciales.

El Juez de Primera Instancia, Héctor Nuñez Cartelle, condenó este mediodía en un procedimiento abreviado a Juan Aveiro, de 53 años, a la pena de 9 años y 6 meses de prisión efectiva por los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por haber sido cometido por la persona encargada de la guarda de las víctimas”, indicaron las fuentes.

Además, el religioso aceptó los delitos de “tenencia de material pornográfico infantil y ofrecimiento y facilitamiento de pornografía infantil”, agregaron.

Durante el procedimiento, la Fiscal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Nora Marull, imputó a Aveiro los hechos de “abuso sexual hacia personas con diferentes grados de retrasos madurativos, quienes se encontraban bajo la guarda del imputado en diversas oportunidad indeterminadas en el periodo 2010 y 2018”. “El hombre aprovechaba los momentos en que las víctimas estaban a su cargo y abusaba sexualmente de ellas”, señaló la fiscal.

En mayo de 2018, Aveiro fue acusado por un interno de 20 años del Cottolengo “Don Orione”, situado en la ruta provincial 21 en jurisdicción de la localidad de General Lagos, a 25 kilómetros al sur de Rosario.

Una empleada del lugar, cuyo testimonio fue incorporado a la causa judicial, aseguró: “Yo estoy muy cerca de donde él trabaja y yo he visto que él estaba manoseando a otro chico”. La misma mujer dijo ante la fiscal que “al chico que yo vi que manoseó, es un chico que no se sabe defender y no se sabe expresar”.

Los hechos fueron denunciados por la víctima, primero en su entorno más cercano y luego a las autoridades de la institución, informaron fuentes del caso. En aquel entonces, el responsable del Cottolengo, el Padre Aníbal Quevedo, y la Coordinadora Técnica formalizaron la denuncia ante el Área de Investigación en Violencia de Género, Sexual y Familiar de los tribunales de Rosario.

Fuente: Telam

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