No debe haber antecedentes de un equipo que, ganando 3-0 la ida copera, se quede afuera de local. Y Colón lo sabe. Es más, hasta daría la impresión de que los mismos peruanos lo saben, porque el entrenador está más preocupado en “meterse” arriba en el certamen de su país que en venir esta noche por la hazaña al Cementerio de los Elefantes. Desde las 21.30, con televisación de ESPN 2 y Directv Sports para todo el continente, todos los caminos indican que el once de Pablo Lavallén completará hoy apenas un trámite.

Lo que pocos conocen es que Colón necesita clasificar de la mejor manera posible. No sólo mantener los tres goles de diferencia del Nacional de Lima en la ida sino hasta intentar estirar. ¿Por qué?, es lo que se preguntan los hinchas que ya sienten que el placard está cerrado con lo que pasó en tierras incaicas.

Colón, eliminando hoy a Deportivo Municipal, se instalará como uno de los 32 equipos que jugarán la fase 2 de la Copa Sudamericana. ¿Cómo se arma esa nueva llave?: con 22 equipos que suben de la Sudamericana y 10 que bajan de la Copa Libertadores. Así las cosas, se armará el Bombo 1 (donde van los mejores ubicados) y el Bombo 2 (donde quedará el resto de los equipos en cuestión).

Como ya le pasó en la edición anterior, el Bombo 1 le dará —por ejemplo— a los seis mejores clasificados de la Sudamericana la chance de definir en su cancha y ante su gente. Es por eso que, quizás desde el desconocimiento, muchos piensan que “la serie está cerrada” y “el partido no genera mayor interés”. Nada que ver. Todo lo contrario.

¿Qué decir del once de Lavallén? El entrenador avisó, antes del primer juego con Tigre por la Copa Superliga, que comenzarían a instalar la palabrita “rotación”. Y, por lo visto, le hace culto. No sólo mira hoy con los peruanos, sino que mira la revancha de este domingo 13.15 ante Tigre y el partido de la semana que viene por la Copa Argentina.

Muchos se sorprenden que esta noche no será titular Zuqui, de lo mejorcito en el último partido. Pero, evidentemente, la idea es preservarlo para lo que viene. Y darle rodaje a otros. Cambia la pareja de cueveros y los laterales: vuelve Vigo de “4” y va Clemente por un engripado Escobar. Aparecen tres “5”: Zuculini, el colombiano Celis y Fritzler. La idea es llegar mucho por afuera: Chancalay por derecha y Esparza por izquierda. Y jugará de “9”, el único punta en condiciones de firmar planilla, porque Leguizamón no está inscripto en la Sudamericana y porque los otros tres (la “Pulga”, Heredia y Morello) están lesionados.

Los de afuera podrán pensar, con el código futbolero, que lo de esta noche ante los peruanos es un trámite. Por el 3-0 de la ida y por las diferencias de juego que se dieron y que se vieron en Lima. Pero, aun así, al trámite sudamericano hay que cerrarlo hoy de la mejor manera posible. Y de esa manera, empezar a imaginar la fase 2 —que se jugará ida y vuelta en mayo antes de la Copa América con apenas una semana de descanso entre un partido y el otro—, soñar con el famoso “1”, evitar algún peso pesado del continente y definir en el Cementerio de los Elefantes. Así las cosas, hoy Colón pone en juego adentro muchas más cosas de las que la gente imagina afuera en las tribunas.

Fuente: El Litoral

     

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