El técnico sabalero pondrá una formación alternativa, pero además dejó afuera del partido a seis jugadores titulares como Ortiz, Lértora, Estigarribia, Aliendro, Rodríguez y Morelo.

La probable formación del sabalero para enfrentar al elenco tucumano a partir de las 19:15 será: Burian,Gastón Díaz, Lucas Acevedo, Damian Schmidt, Gonzalo Escobar , Cristian Bernardi, Matías Fritzler, Guillermo Celis, Mauro Da Luz, Nicolás Leguizamon y Tomás Chancalay. 

En tanto Atletico Tucumán formaría con: Alejandro Sanchez, Marcelo Ortiz, Bruno Bianchi, Dylan Gissi, José Luís Fernández, Guillermo Acosta, Federico Bravo, Gonzalo Castellani, Tomás Cuello, Lucás Melano y Lenadro Díaz.

Colón afrontará una seguidilla de partidos importantes en pocos días y Pablo Lavallén ya tomó la decisión respecto a sus prioridades: Superliga y Copa Sudamericana. Cuando se especulaba con que ante Atlético Tucumán pondría lo mejor, el DT sabalero apostará por una formación alternativa prescindiendo de jugadores importantes.

El último partido que jugó el equipo fue el 1 de septiembre ante Rosario Central, por lo cual llega a este compromiso con el suficiente descanso y sin jugadores lesionados. En consecuencia y más allá de lo que suceda a lo largo de los 90′, la determinación de Lavallén es arriesgada e innecesaria. Lavallén juega con fuego y puede quemarse.

Realizar ocho cambios de un cotejo al otro parece mucho, sobre todo porque Atlético Tucumán es un rival más calificado que Sol de Mayo. Pero además, en caso de superar al Decano, el elenco sabalero jugará ante Real Pilar o Estudiantes de Buenos Aires por los cuartos de final. Una llave relativamente accesible que podría aprovechar.

Está claro que esto es fútbol y que con el equipo que pondrá en cancha Lavallén, Colón está en condiciones de ganar, pero la realidad es que juega con fuego, ya que además de los cambios, el entrenador definió que ni siquiera vayan al banco: Ortiz, Lértora, Aliendro, Estigarribia, Rodríguez y Morelo.

Además, el equipo no debe afrontar ningún viaje, dado que esta tarde juega en Paraná y luego dos como local ante San Lorenzo (sábado a las 17.45) y el jueves de la semana que viene a Atlético Mineiro (21.30). Descanso de cuatro días y de cinco de un partido a otro.

Es decir que cuenta con el tiempo suficiente como para recuperarse, además si bien está comprometido con el tema de los promedios, faltan 29 fechas para definir los equipos que perderán la categoría. En cambio por Copa Argentina está a tres partidos de poder jugar una final y ante rivales que no son de ninguna manera imposibles de sortear.

Así las cosas, lo más razonable por allí era cuidar algunos futbolistas, pero sentarlos en el banco y tenerlos a mano por si debían ingresar para resolver el partido. Sin el Pulga, Morelo y Aliendro, Colón pierde mucho de mitad de cancha hacia arriba.

 

De hecho, el colombiano es el goleador del Sabalero en Superliga con dos tantos a Gimnasia de La Plata y el volante viene de marcar ante el Canalla. Pero además el punta cafetero fue clave en la goleada ante el Zulia al igual que Rodríguez.

Es cierto que hasta aquí, el mérito de Lavallén y de su cuerpo técnico fue administrar energías y saber rotar las formaciones para que no haya lesionados. Por ahora le salió bien, pero tampoco es aconsejable estirar demasiado de la cuerda. Tantos cambios de un partido a otro resienten el funcionamiento.

Y no es lo mismo hacerlo ante Sol de Mayo, que contra Atlético Tucumán. Los 90′ que se jugarán en el Presbítero Grella tendrán la palabra, si Colón gana será todo acierto de Lavallén, si pierde lloverán las críticas.

En consecuencia y antes de jugarse el partido, la sensación es que Lavallén arriesga mucho sin tener la necesidad de hacerlo. En tenis se hablaría de un error no forzado. En fútbol el resultado final lo dirá.

Con información de Uno Santa Fe

 

 

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