Durante la temporada de verano y ante las altas temperaturas es habitual que existan ataques de palometas en las playas santafesinas, sobre todo en zonas de escasa profundidad, como los espigones. También puede ocurrir la picadura de una raya. Y, aunque es poco habitual, también han aparecido en distintas oportunidades yacarés, que no atacan a las personas pero causan asombro y temor en los bañistas.

 Bañista atacado por una raya

Por fortuna, hasta el momento los 93 guardavidas encargados de custodiar las playas registraron sólo un caso de picadura de raya, ocurrido el miércoles pasado. “La víctima fue un hombre, en la zona del Espigón II”, detalló Gustavo Martínez, coordinador del operativo de seguridad en verano en las playas de la ciudad, quien destacó que “hasta el momento no tuvimos ningún ataque de palometas”.

“La temporada viene agitada, debido a las altas temperaturas está bajando bastante gente a las playas, pero el operativo de seguridad está bajo control”, sostuvo el guardavidas, y mencionó luego que “el sector más problemático es el parador de la punta de la Costanera Este, donde la gente ingresa al agua y no está permitido, entonces tenemos que advertirlos constantemente”.

El riesgo de bañarse en una zona prohibida no es sólo por el peligro de no estar custodiados por guardavidas sino que además “puede llegar a haber vidrios, latas u otro elemento que provoque un accidente, ya que la limpieza y mantenimento se realiza en la zona habilitada”, finalizó Martínez.

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