La víctima tenía 23 años y recibió dos disparos de arma de fuego que le provocaron la muerte.

Por Juan Trento/ UNO Santa Fe

El domingo antes de la medianoche, ingresó un vehículo raudamente a la explanada del nuevo hospital Iturraspe en el norte de la ciudad de Santa Fe, trasladando a un herido desde el barrio Brigadier López. La víctima, Ramiro Ezequiel Vargas de 23 años, fue revisado por los médicos de guardia que constataron que había fallecido como consecuencia de dos impactos de bala en su cuerpo, uno en el brazo izquierdo y el restante que lo atravesó desde la espalda hasta el tórax.

Los llamados de los vecinos que viven en inmediaciones de la esquina que forman las calles Caferata y Risso alertaron al operador de la central de emergencias 911, quienes enviaron al lugar oficiales y suboficiales de la Subcomisaría 17° y de la 5° Inspectoría Zonal, que se enteraron que un hombre fue herido de arma de fuego y trasladado al hospital.

Posteriormente, los policías de guardia del destacamento del nuevo hospital Iturraspe, anoticiaron sobre el arribo de un automóvil VW modelo Gol Power conducido por N.O. de 25 años, que trasladó a su amigo baleado. Enfermeros de la guardia los recibieron en una camilla en el playón de acceso y los médicos de guardia constataron que había fallecido como consecuencia de dos impactos de bala en su cuerpo, uno en el brazo izquierdo y el restante que lo atravesó desde la espalda hasta el tórax.

Peritajes criminalísticos

Informaron la novedad sobre la ocurrencia del crimen de Vargas a la Jefatura de la Unidad Regional I La Capital de la Policía de Santa Fe, y éstos hicieron lo propio con el fiscal en turno de la unidad especial de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, que ordenó que el cadáver de Vargas sea trasladado a la morgue judicial y que en la escena del crimen se realicen los peritjaes criminalísticos de rigor, los que fueron ejecutados por los agentes del área Científica de la Agencia de Investigación Criminal AIC.

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