Ambos tienen 19 años. Por meses, él le mandó mensajes amenazantes a través de las redes sociales, para lo que creó perfiles falsos. También atemorizó a las docentes del establecimiento educativo.

Por Joaquín Fidalgo 

“¡¿Quién te pensás que sos que no me das bola?!, ¡¿Qué te hacés?!, ¡¿Ya vas a ver?!” leyó la joven en su Facebook. Los mensajes comenzaron a finales del año pasado y nunca pararon. Con el tiempo, las frases que recibía fueron subiendo en grado de violencia y también en el voltaje sexual. Llegó a mandarle algunas fotos suyas desnudo y otras en las que se lo veía empuñando armas de fuego. El que escribía era un ex compañero de escuela, un muchacho que tenía 19 años, al igual que ella.

Él se domicilia en la ciudad de Recreo y ella en la Santa Fe, pero se conocieron en el establecimiento educativo, uno de los más importantes de la zona norte de la ciudad.

La joven también tuvo que soportar el acecho en la escuela y hasta en la fiesta de recepción de fin de curso, en diciembre de 2018.

El acosador no dio tregua a la víctima durante las vacaciones. Para enviar los agresivos mensajes fue utilizando distintos perfiles de la mencionada red social. Creó tantos como fue necesario, a medida que ella los iba bloqueando. En algunos casos inventó identidades, en otros las plagió. Tomó nombre y apellido del hijo de una de sus maestras, por ejemplo.

La situación se fue tensando más aún cuando el violento sujeto comenzó a “mensajear” también a las docentes de la escuela. Les mandaba duras amenazas para que le pasen la dirección y otros datos de la joven.

Finalmente, las maestras y la muchacha decidieron hacer la denuncia. El pasado jueves 28 de febrero, todas se presentaron en un centro territorial para pedir ayuda.

El caso fue tomado por la fiscal Rosana Peresin, quien dispuso la inmediata intervención de la Policía de Investigaciones y ordenó la que el acusado sea detenido.

Mientras peritos de este cuerpo comenzaban a recolectar los elementos de prueba, otro equipo se dirigía a Recreo. El sospechoso fue hallado en su propio domicilio y no ofreció resistencia cuando fue esposado por los uniformados. Una vez que llegó a sede policial, el sujeto fue identificado y se le notificó que iba a ser imputado por los delitos de amenazas reiteradas.

Finalmente, recuperó su libertad, pero ahora enfrenta un proceso judicial.

Fuente: El Litoral

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